Por Christian Alonso
Enrique Borrelli habló en De la Cuna al Infierno y
contó qué sucedió en la semana con su “alejamiento definitivo” del club.
“Fue
un malentendido. Fellín se expresó mal o yo no entendí muy bien. Ya hablé con
Cantero y después del torneo voy a volver, aunque no sé en que tarea”, disparó
Borrelli, quien también habló sobre el “Rolfi” Montenegro, Juan Caicedo, la
situación de Gallego y la de Brindisi.
“Montenegro es diferente al resto. El Tolo estaba al
tanto de como se encontraba antes de traerlo. Lo seguimos mucho. Cuando se
desgarró con Arsenal estábamos en plena levantada y a él le dolió mucho tener
que salir. Creo que todavía no ha dado todo”, comenzó explicando el ex ayudante
de campo de Américo Gallego, tocando el tema de los refuerzos para el Torneo
Final 2013.
Y prosiguió: “El Tolo fue muy claro con el pedido del refuerzo: El
Nº 1 era Dorlan Pabón, luego Cauteruccio. Para nosotros era fundamental traer a
uno de los dos. A Caicedo lo vimos por video y decidimos traerlo porque ninguno
de los otros dos vendrían. Hablamos mucho con Vargas por esto y nos dijo que al
jugador colombiano le cuesta la adaptación”.
En tanto, sobre lo que sucedió con él en la semana,
Borrelli comentó: “Almorcé con Armando Fellín y entendí que no iba a ser tenido
en cuenta para el futuro. Cantero me llamó y me dijo que estaba equivocado.
Pero en el medio pasó mucho tiempo y yo me sentí afuera, mucho más después de
hablar con Fellín. Luego Armando me pidió disculpas”.
”Después me
llamó Pedro Larralde y quedamos en dejar pasar este torneo. Me reincorporaré y
buscaremos un lugar adecuado para mi perfil de entrenador. Creo que volveré a mis
cargos habituales”, continuó Borrelli, mencionando también a Américo Gallego:
“Le dolió enormemente irse del club. Al principio salimos a caminar varias
veces y nos juntamos a almorzar. Queríamos tratar de entender qué había pasado.
El Tolo está muy mal por haberle fallado a la gente que confió en él”.
Finalmente, el ex integrante del cuerpo técnico
desmintió los rumores de que los jugadores asistían a un “curandero”, aunque
reconoció que iban a una especie de “mentalista” que los ayudaba a generar confianza.
“Yo no creo en esas cosas de los curanderos y el Tolo tampoco. Jamás fuimos a
ningún lado. Sólo vimos a una persona que nos inspiraba confianza y que nos la
habían recomendado”, cerró.
Fuente De la Cuna al Infierno
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