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jueves, 2 de enero de 2014

Quiero vale cuatro.



 Independiente terminó el año en puestos de ascenso detrás de Banfield y Defensa.


Por Favio Verona, Beto Tisinovich,

Luego del fatídico 2013, el Rojo quiere dejar su sello como cada vez que un año termina en cuatro. Precisa subir para empezar de nuevo.

Las lágrimas, el dolor que oprime el pecho, el desconsuelo perturbador, los puñales lacerantes de la angustia y una cicatriz que siempre suscitará los recuerdos de un aciago pasado. Independiente dejó atrás el peor año de su historia, pero las imágenes del descenso aún emergen como un tortuoso estigma que azota con saña a su gente. El tiempo jamás podrá borrar esa mancha indeleble que mancilló la historia del Rojo y dejó secuelas irreversibles. El comienzo del 2014 representó una vuelta de página. Los hinchas brindaron para sepultar los recuerdos de un año infausto, despojarse del oprobio y comenzar la reconstrucción.

A quienes prestan credibilidad a los inefables misterios del esoterismo seguramente no les pasó inadvertido un dato: los años terminados en cuatro siempre marcaron hitos importantes en la historia del club. La lista es extensa y también comprende el período amateur. De hecho, Independiente nació el 4 de agosto de 1904. Fue el primer campeón de la Copa Competencia La Nación en 1914. Obtuvo su primera Copa Competencia en 1924, título que luego cosechó tres veces consecutivas para transformarse en el máximo ganador de ese torneo. En 1934 no hubo títulos, pero ese año marcó un antes y un después en la historia del Rojo ya que Arsenio Erico debutó en el club ante Boca. El resto de la historia es conocida: el paraguayo se convirtió en el máximo anotador de la historia del fútbol argentino con 293 goles. En 1944 el Rojo aplastó al campeón, Boca, por 4 a 0 y se fue un arquero emblemático: Fernando Bello.

En 1954 Independiente fue subcampeón detrás de Boca y ostentó la mejor delantera del año con 61 goles. Sin embargo, el 25 de enero de ese año nació en Zárate el máximo ídolo del club: Ricardo Bochini. La costumbre se reiteró en 1964. Ese año comenzó a gestarse la mística copera del Rojo, que se convirtió en el primer equipo argentino en conseguir la Libertadores venciendo al Santos de Pelé en la semi y a Nacional de Montevideo en la final. En 1974 Independiente se consagró campeón de América por quinta vez y se llevó la Interamericana. La tradición se respetó en 1984: se llevó su última Libertadores y la Intercontinental. En 1994 se consagró en el Clausura y la Supercopa. Y el 26 de noviembre 2004, Sergio Agüero convirtió su primer gol en primera en un 2-2 ante Estudiantes LP.

¿Podrá ascender y mantener la tradición?


Fuente Olé

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