Vistas de página en total

lunes, 27 de enero de 2014

Rompe el esquema




El Pocho iniciará su tercer ciclo en Independiente. De Felippe lo ve con Rolfi y Pisano.


Por Vicente Muglia 


Insúa firmaría hoy con el Rojo pero ya arrancó el debate: cómo hacerle lugar en el equipo sin perder el famoso equilibrio que pregona su DT. ¿Se viene el 4-2-3-1?

La discusión de café sobre si el regreso de Federico Insúa a Independiente es conveniente o no debido a la delicada economía del club quedará en segundo plano cuando el Pocho firme su contrato.

Y arrancará otro debate, más jugoso y futbolero: ¿Cómo hará Omar De Felippe para hacerle un lugar sin que el equipo pierda equilibrio, palabra sagrada dentro del vocabulario del DT? La indiscutible capacidad técnica y la inteligencia para entender el juego de Insúa aseguran un mayor y mejor control del balón, una generosa dosis de volumen de juego y una cuota de sacrificio para ocupar espacios a la hora de recuperar la pelota. Su presencia dentro de los 11 rompe el esquema.

El 4-3-2-1 utilizado en el tramo final del torneo tiene sentencia de muerte si la idea del técnico es juntar al Pocho con Rolfi y Pisano. De ahí que surjan distintas opciones para que el trío se integre sin que el equipo sufra.

Hoy, en la mente del entrenador, asoma con fuerza el 4-2-3-1, con los tres como encargados de la conducción y generación de juego más Parra de punta. Del medio hacia adelante pareciera existir compatibilidad. El Pocho conoce lo que es jugar recostado sobre la izquierda: lo viene haciendo en Vélez y anteriormente en el 2009 en Boca, cuando el enganche era Riquelme en el segundo ciclo de Basile en el Xeneize. Pisano, en tanto, se siente cómodo volcado sobre la derecha, desde donde le gusta arrancar con su zurda hacia adentro. Y Rolfi, mejor rodeado, no tendrá la pesada mochila de ser el conductor como le ocurrió en Primera y en los primeros partidos de la B Nacional con Brindisi en el banco. Además, claro, de conocer muy bien a sus laderos. 

El asunto, entonces, será mantener el equilibrio defensivo. 

Desde que asumió en Independiente, De Felippe insistió en la solidez. Y consiguió su objetivo: el Ruso Rodríguez batió un récord con su valla invicta. La duda que surge es si con el nuevo esquema táctico el equipo no pasará sobresaltos por las bandas. Con dos laterales que seguramente no pasarán mucho al ataque como Vallés y Morel, será clave el aceitado funcionamiento de los integrantes del doble cinco (¿Zapata y Vidal?) para moverse hacia los costados con el objetivo de que los rivales no aprovechen las espaldas de Insúa y Pisano. Ambos marcan diferencia adelante y asignarles una función defensiva presupone un debilitamiento del circuito ofensivo.

Existen otras alternativas, siempre con la idea de ser un equipo corto como prioridad. Una opción viable podría ser un 3-3-2-2, con una línea de tres centrales atrás (Tula, Velázquez y Morel) con dos carrileros para hacer las bandas (Vallés o Zapata y Mancuello), un 5 que dé una mano atrás (Vidal), un doble enganche con libertad posicional (Insúa y Rolfi) y un Pisano más de punta para acompañar a Parra. También podría armarse un 4-3-2-1 con Insúa y Montenegro de enlaces reeditando aquel Independiente campeón del 2002. Aunque, ¿alguien se imagina a Pisano sentado en el banco en este equipo? El debate está abierto. La consigna es cómo lograr el ingreso de un futbolista de otra categoría como Insúa sin que eso erosione el equilibrio que suele pregonar De Felippe. El técnico, como siempre, tendrá la última palabra.


Fuente Olé

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.