La construcción del centro de entrenamiento que financian
Milito y Agüero entró en su última etapa.
El edificio de 1.100 metros cuadrados tendrá una confitería,
gradas y un gimnasio, entre otras comodidades.
Por Favio Verona
"A cada jugador que llega hay que mostrarle lo que es
Independiente, pero la imagen que estamos dando hoy no está a la altura de
nuestra historia. Así es difícil hacerlos tomar consciencia de dónde se
encuentran”. En el Rojo aún estaban juntando los escombros esparcidos por la
gestión anterior cuando Gabriel Milito disparó esa frase. Fue el 4 de agosto
del año pasado. Apenas 94 días después, el Mariscal presentó las obras del
nuevo centro de entrenamiento, cuya construcción fue financiada e impulsada por
él junto a otro ídolo: Sergio Agüero. Entre ambos se habían comprometido a
desembolsar u$s 2.000.000 para que la infraestructura comience a ser acorde a
un grande.
El alejamiento del ex defensor, quien el 27 de noviembre
presentó la renuncia a su cargo como técnico de la Reserva, no detuvo el avance
de las obras. Hoy, el sueño está muy cerca de concretarse. La construcción
entró en su última etapa: ya comenzaron los trabajos de pintura y esta semana
se colocarán las ventanas, puertas y mamparas. Además, se efectuarán las
terminaciones e instalaciones de servicios. Si bien en un principio el plazo
estipulado para culminar la edificación era de nueve meses, todo se retrasó
debido a complicaciones que surgieron para montar los cimientos, ya que el
suelo del predio está compuesto por relleno sanitario.
Así será el edificio.
Se trata de una estructura de 1.100 metros cuadrados y dos
pisos. En la planta baja estarán los vestuarios de los jugadores y el cuerpo
técnico, una sala de hidromasajes, la utilería, el consultorio de kinesiología,
la lavandería y una amplia sala de prensa. Arriba habrá un gimnasio, gradas
para presenciar los entrenamientos y una confitería con vistas a la cancha 7
del predio.
La cancha crece.
La última tronera ya escaló al tercer nivel y sigue
avanzando. Las obras acompañan el crecimiento que evidenció el equipo desde la
llegada de Mauricio Pellegrino. El Rojo quiere reconstruir su histórico
paladar. Y para eso qué mejor que armar paredes.
Fuente Olé
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