Vistas de página en total

sábado, 31 de octubre de 2015

Las claves de la eliminación




Por Ramiro Santinelli

La ilusión copera de Independiente se apagó al caer con Independiente de Santa Fe que, con un gran resultado en Avellaneda y un buen partido de vuelta, fue más que el equipo argentino y es justo semifinalista de la Copa Sudamericana. A la hora de analizar, son cinco los puntos claves que explican la eliminación del ‘Rey de Copas’.

En primer lugar, es inevitable nombrar la incidencia de la mala noche de Diego Rodríguez en Avellaneda. El arquero del ‘Rojo’ malogró un penal, el primero en su carrera, y cometió un gravísimo error en el tanto de Santa Fe, en el único del encuentro. Su nivel no ha sido el mejor en el último tiempo y el hincha se lo hace sentir. A pesar de esto, aún conserva la titularidad por el respeto que ganó con buenos rendimientos en el Nacional B y en el torneo previo al descenso. Además, Germán Montoya no parece ser un competidor fuerte como para arrebatarle el puesto.

Segundo, la ausencia de Cristian Rodríguez. El gran semestre futbolístico de Independiente parece haber caído en una meseta en la que el equipo es dependiente del número 10. Si bien esto no es positivo, queda la intriga sobre qué hubiese pasado en la llave de cuartos de final con el ‘Cebolla’ en condiciones óptimas para ambos duelos. El charrúa no pudo participar de los primeros 90 minutos ni del primer tiempo de la vuelta a causa de la lesión que sufrió con la Selección de Uruguay. De todos modos, sí lo hizo en el segundo tiempo en Bogotá y sus pocas intervenciones le dieron una claridad al ‘Rojo’ que no estaba consiguiendo hasta el momento.

Otra de las claves es el poco volumen de fútbol que presentó Independiente para ambos cotejos. El ‘Rojo’ venía de vapulear a River y Crucero del Norte por el torneo local y en parte eso elevó las expectativas del hincha para esta fase de copa. En la ida, Mauricio Pellegrino planteó un 4-4-2 con Juan Martín Lucero acompañando a Diego Vera en el ataque, Jorge Ortíz y Federico Mancuello conformando un doble cinco, y con Juan Manuel Trejo y Martín Benítez por los costados. El equipo generó pocas situaciones de gol, estuvo impreciso y chocó constantemente contra los volantes y defensores del conjunto colombiano. En Bogotá, el entrenador cambió el esquema a un 4-3-3 con el ingreso de Julián Vitale como volante de recuperación. Esto liberó más a Ortíz y Mancuello, y reubicó a Vera como único punta que iba a ser abastecido por Benítez y Ezequiel Vidal por las bandas. La situación no fue distinta en la revancha, el club argentino generó poco fútbol en mitad de cancha, siguió estando impreciso y no pudo con la fuerte presión del rival. Esto es inusual si comparamos estos partidos con las grandes actuaciones que Independiente venía mostrando en el semestre.

El cuarto ítem tiene que ver con reconocer las aptitudes del rival y quizás sea el que justifique el párrafo anterior. Independiente de Santa Fe demostró ser un equipo muy ordenado y trabajado, con un impresionante porte físico y con jugadores de una velocidad superior. La presión constante en mitad de cancha no permitió que el ‘Rojo’ ejerciera su juego, y con poca generación de fútbol ofensivo lograron llevarse un importante 1 a 0 de Avellaneda y conseguir el empate en su cancha.

La última clave, tal vez la más incómoda de explicar, es la pasividad con la que el ‘Rey de Copas’ jugó la revancha. Los caminos futbolísticos no parecían encontrarse y tampoco hubo una respuesta anímica, ni siquiera una rebeldía, para atropellar al rival y acorralarlo en su arco ante el resultado adverso. Quizás esto es producto de la frustración de no poder hacer lo que se planeó, pero es preciso decir que Independiente pareció haberse acordado de arriesgar todo recién en los últimos 4 o 5 minutos del encuentro.


Fuente De la Cuna al Infierno

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.