El plantel de Independiente tocado tras la eliminación.
Por Beto Tisinovich
Podemos hacer miles de conjeturas, pero la realidad es una
sola: quedamos afuera de la Sudamericana por méritos propios. Sí, por méritos.
Dejamos que un rival mediocre nos manejara los dos partidos y casi sin
proponérserlo esté en semifinales. Hay mucha bronca, muchachos. Porque dio la
impresión de que fuimos a jugar como si en la ida se hubiese ganado. No fue el
Rojo que uno pensó ver. Ese que iba a presionar a Santa Fe desde el arranque y
tratar de convertir para que ellos empezaran a hacerse las preguntas de rigor.
Mucho pasecito intrascendente, poco juego y nada de peligro. Para colmo, en el
primer centro que llegó al área nos embocan de una forma tan pero tan inocente
que hasta se notó el fastidio en los jugadores. Creo que tanto en Avellaneda
como en Bogotá fueron planteos erráticos. Se sabía que la baja de Méndez era
fundamental y con el Cebolla en una pierna, todo iba a ser cuesta arriba.
Igual, con muy poquito, las veces que se acertó en un par de pases siempre
estuvo latente la chance de poder llegar al gol. Y la prueba más elocuente es
cómo se dio el empate: se lo hicieron solos. Por eso pienso, como casi todos
los Diablos, que era una serie para pasar. Y voy más allá, era una Copa
totalmente ganable viendo los otros tres equipos que seguirán en el torneo. Ya
está, ahora hay que mirar para adelante. Ojo, no sólo en el torneo, donde la
Liguilla es una obsesión. Esta competencia debe dejar la enseñanza para el
cuerpo técnico y dirigentes que en estos partidos se ve la jerarquía del plantel.
La evalución salta a simple vista. Hay futbolistas que en estas instancias no
dieron la talla y otros que no cambian la ecuación nunca. Sé, y muy bien, que
hay otros valores a los que les falta roce internacional y que con el tiempo
pueden ir formando parte del gran Independiente que estamos buscando. Esperemos
que esto sirva de experiencia porque todos nos habíamos ilusionado, aunque de
los golpes uno va aprendiendo. Eso sí, lo más importante es hacerlo rápido.
Fuente Olé
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