Símbolo rojo. Mancuello vivió el descenso y en el ascenso se
hizo ídolo./GUSTAVO GARELLO
Federico Mancuello, el nuevo ídolo de Independiente
Reflexivo, no oculta su sorpresa y su felicidad por el lugar que logró en el
corazón de los hinchas. Aunque es el goleador del Rojo, dice: “No voy a
convertir en todos los partidos”.
Por Fernando Gourovich - Nahuel Lanzillotta
Dicen que dicen, generalmente por ahí, que al fútbol se
juega como se vive.
Generalmente, no siempre.
Federico Andrés Mancuello es un
caso testigo de ese no siempre.
Es que el volante todo terreno de Independiente es
desinhibido y vertiginoso en la cancha; mientras que lejos del césped es
reflexivo y extremadamente centrado. Son dos Mancuellos, opuestos, que conviven
armoniosamente en un cuerpo delgado, regado de energía y sangre roja, un legado
que heredó de papá Mario, de mamá Mónica y del tío Reynaldo Prince, quien ya no
está aunque dejó fundada la peña Los Diablos Rojos de Reconquista .
No tiene falsa modestia, el santafesino de 25 años. Disfruta
a pleno de su momento, pero cuenta que fue recién después del clásico con
Racing cuando tomó real dimensión de la adoración que le tienen los hinchas.
En
el arranque de la extensa entrevista con Clarín, el ‘11’ confiesa lo que
originó ese click : “Mis viejos y mi hermana María Eugenia vinieron desde
Reconquista a verme. Hacía mucho tiempo que no venían. Estuvieron con Giuliana,
mi novia. Después del partido, me contaron las cosas que decía la gente de mí y
cómo aplaudían. Al ver esos rostros llenos de felicidad, advertí que lo que
estaba pasando conmigo y la gente era algo muy fuerte”.
-¿Sabés que los hinchas te ovacionan igual o más que al Rolfi
?
-No voy a ocultar mi felicidad, pero soy muy tranquilo. Que
la gente coree mi nombre no tiene precio. Mi responsabilidad es entregarme por
esta camiseta y no soy muy consciente de lo que genero.
-Pasaste de ser un jugador más a ser “Súper Mancuello”.
¿Cómo y cuándo fue el cambio?
-Uno vive los momentos que se merece. En el arranque de mi
carrera quizá sólo pensaba en atacar, era un jugador distinto. Con el Tolo
(Gallego) tuve continuidad y fue muy importante. Después, me fui a Belgrano y
fue un gran paso. Aprendí sobre orden táctico, a jugar en distintas posiciones
y a desconectarme de la locura que se vive en Buenos Aires. Cuando volví jugué
muchos partidos y nos tocó descender. Ahí comenzó el gran cariño con la gente,
que vio un cambio en mí.
-Hablás de vivir los momentos, ¿pero sentís que alcanzaste
esa regularidad tan buscada?
-Sostener en el tiempo todo lo que uno trabaja es lo más
importante. Llevo cuatro goles en el torneo, pero sé que no voy a marcar
siempre. No es mi función. De hecho, en los partidos que anoté, quedé de cara
al gol, algo que no debería pasar tan seguido con un doble 5. Quizá soy algo
desordenado, pero es mi manera de jugar y el DT me da soltura para hacer lo que
sienta.
-¿Por qué en la B sacaste un plus notorio? ¿De dónde te
salió?
-Es complejo de responder. Uno lo siente y hace lo que el
corazón y el cuerpo le mandan. Es un poco de todo. Nos dimos cuenta de que
teníamos que aparecer en los momentos difíciles. También jugó el hecho de estar
hace 10 años en este club. Todo lo viví muy de cerca.
-¿La gente se identifica más con vos por la actitud o por el
juego?
-Al principio por la actitud, porque en la B los partidos
eran bravos y cerrados. La actitud fue fundamental. En cuanto a lo
futbolístico, me sirvió todo lo que aprendí en Belgrano y lo utilicé.
-No es fácil que un futbolista cambie su manera de jugar;
sin embargo vos lo hiciste...
-Siempre me gustó aprender. En Inferiores primero jugaba de
enganche y también hacía goles. Luego me tiraron hacia la izquierda. En la
Selección juvenil jugué de lateral. Uno siempre tiene que estar predispuesto.
Cada técnico te enseña. De hecho, del que más aprendí fue del Turco Mohamed y
fue con el que menos jugué.
-¿Encontraste tu lugar como volante central?
-El esquema que utiliza Jorge (Almirón) me da la posibilidad
de soltarme ya que defienden cinco y hay un volante de contención como Bellocq.
Tengo diferentes opciones para resolver y eso me da tranquilidad. Me gusta
jugar por el medio con este planteo.
-Interiormente, ¿te sentís un referente de Independiente?
-Uno siente que tiene que marcar un camino. Y que los más
chicos te copien es importante. Yo vengo todos los días con la intención de
crecer y si a alguno le sirve mi ejemplo y me copia, bienvenido sea. Tuve un
momento en el que no estaba tan bien en la cancha y con la gente, pero las
cosas se pueden dar vuelta. El mensaje es que hay que ser agradecido de donde
estamos.
Fuente Clarín
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