Por Eduardo Verona
A dos semanas del reencuentro con las eliminatorias para
Rusia 2018, Gerardo Martino no provocó grandes sorpresas en las convocatorias.
Desafectado Tevez y con los regresos de Messi y Agüero, ausentes en varios
partidos por lesiones, la Selección está obligada a no perder ante Chile en
Santiago y derrotar a Bolivia en Córdoba.
Corrían los primeros días de enero de este año. Y Gerardo
Martino en una entrevista concedida a Clarín, manifestó una sensación que lo
invadía con un puñado de palabras potentes y nada complacientes: "Todo el
proceso de la Selección va a ser un parto permanente. Después de perder contra
Ecuador vi la tapa de un diario y fue una síntesis. Me pareció algo exagerado.
Pero es algo que yo no puedo cambiar. Son las reglas de juego. Fue toda una
situación que me hace pensar que esto va a ser un parto permanente".
En esa lógica "del parto permanente" al que hizo
referencia hace dos meses el entrenador de la Selección nacional, la dinámica
del fútbol le exigió tener que realizar una nueva convocatoria de jugadores
para los partidos por las eliminatorias del 24 de marzo ante Chile en Santiago
y el 29 frente a Bolivia en Córdoba.
No iban a existir sorpresas. Y de hecho no existieron, más
allá de la citación a Javier Pinola. Porque no puede calibrarse como una
sorpresa que Carlos Tevez no haya sido llamado. Era un episodio cantado. Está
jugando decididamente mal Tevez. Y cuando jugó para la Selección que conduce
Martino, no hizo ninguna diferencia. Pasó desapercibido, lo que ya de por sí es
una calificación sobre su aporte.
Tampoco puede interpretarse como una sorpresa el regreso de
Sergio Agüero, después de jugar unos pocos minutos ante Ecuador, sufrir un
desgarro en el biceps femoral de su pierna izquierda y perderse los 3
compromisos siguientes. Y menos aún fue una sorpresa la vuelta de Lionel Messi,
ausente durante los 4 partidos de eliminatorias por una lesión en el ligamento
colateral de su rodilla izquierda.
Sin Messi ni Agüero la Selección en esos 4 encuentros que
disputó perdió 2-0 ante Ecuador en el Monumental, empató 0-0 contra Paraguay en
Asunción, igualó 1-1 frente a Brasil en el Monumental y derrotó 1-0 a Colombia
en Barranquilla, construyendo su mejor producción, a pesar de las urgencias que
la acosaban y de los rumores insistentes que ponían a Martino en una situación
de altísima vulnerabilidad si Argentina sumaba una derrota.
"Nunca pensé en renunciar", dijo el Tata Martino,
abarcando la previa al cruce con Paraguay y al compromiso con Colombia. Pero la
instalación de esas dudas que el ambiente fogoneó con una perseverancia
aplicada, recién se disiparon luego del merecido 1-0 a Colombia. Allí apareció
el equipo. Jugando bien durante los 90 minutos. Controlando a Colombia en campo
propio y en campo adversario. Ganando con autoridad futbolera, en
definitiva.
Igual, la tabla de posiciones no le permite a Argentina
respirar aliviado. Tiene 5 puntos, mientras que como líder Ecuador conquistó 12
unidades, Uruguay 9 y Brasil, Paraguay y Chile 7. La doble jornada que se
avecina, de mínima, le impone a la Selección la necesidad de no perder frente a
Chile y de ganarle a Bolivia.
Las presencias de Messi y Agüero (detrás del Kun esperan
Gonzalo Higuaín y Paulo Dybala, en ascenso futbolístico permanente desde que
partió a Italia en 2012, primero para incorporarse al Palermo y ahora en la
Juventus) no garantizan victorias ni goles. En el fútbol nada está garantizado.
Pero le abren las puertas a un potencial desequilibrio ofensivo que la
Selección sin ellos no tiene. De hecho, en los 4 partidos de eliminatorias sin
Messi ni Agüero, Argentina apenas conquistó 2 goles: Lavezzi ante Brasil y
Biglia frente a Colombia.
Por otra parte, que Messi (sin dudas el mejor jugador del
mundo) y Agüero continúan sin aparecer en la Selección en la misma dimensión de
las calidades que muestran en el Barcelona y en el Manchester City, es una
realidad inobjetable que sigue despertando grandes polémicas. Pero no habría
que alarmarse. El fútbol siempre ha sido y será un estupendo escenario de voces
disonantes e interpretaciones más o menos valiosas. Nadie, por más capo que
sea, tiene la verdad revelada.
Los rendimientos de Messi con la camiseta argentina (salvo
aquel 4-3 a Brasil con 3 goles de Leo en New Jersey el 9 de junio de 2012 y
algún que otro partido) no fueron excepcionales. Es cierto, quizás Argentina
sin Messi en Brasil 2014, hubiera encontrado dificultades insalvables para
superar la primera rueda. En aquellos 3 partidos ante Bosnia, Irán y Nigeria,
Messi convirtió 4 goles de los 6 que anotó la Selección. Pero igual no la
rompió. Como no la rompió el equipo a pesar de haber jugado la final contra
Alemania.
¿Qué piensa Martino? "De Messi permanentemente y
partido tras partido se puede esperar algo nuevo. Como si el repertorio no se
le acabara nunca. Hoy el nivel de jugadores que lo acompañan en el Barcelona es
tan bueno como los jugadores que encuentra en la Selección. ¿Qué más se puede
decir? Que nunca juega mal. De mínima, juega bien".
Ese Messi que Martino admira, continúa expresando la gran
esperanza de un fútbol mejor. Quizás lo que sorprende es que Martino plantea
que en la Selección está tan bien acompañado como en Barcelona. La posibilidad
de ver esta foto que el entrenador ya editó tiene fecha el 24 con Chile y el 29
con Bolivia. Después habrá tiempo para sacarle punta al lápiz.
Fuente Diario Popular




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