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martes, 22 de marzo de 2016

El borrador de Pellegrino




El entrenador de Independiente volvió a tocar el esquema frente a Patronato pero el equipo no se consolida como tal.



¿Qué probó desde su llegada al Rojo? Olé te lo cuenta.

 


Pellegrino mira entre sus bocetos y estudia el futuro.



Por Isaias Blaiotta



Que modificó y cambió a gusto y piacere no está en discusión. Mauricio Pellegrino no dudó a la hora de meter mano en el equipo en busca de nuevas variantes, pero el 11 sigue sin aparecer. Ni siquiera el esquema madre parece del todo definido: de decir que 'los mejores partidos los hicimos con una sola referencia' a poner a Denis y Vera como titulares tres días más tarde fue todo un síntoma. Las tres victorias consecutivas lo acomodaron en la tabla, pero el funcionamiento sigue estando lejos del gusto del DT y, principalmente, del hincha. ¿Qué probó el entrenador? ¿Cómo se las ingenió sin Albertengo, quien estará en la Reserva frente a Sarmiento? ¿Cuál es el dibujo que más repitió? ¿Puede jugar con Cebolla y dos puntas?



Los primeros partidos de Pellegrino en Independiente tuvieron la particularidad de mantener el doble 9. Entre Albertengo y Vera se repartían la ofensiva. ¿Cómo le fue al Rojo? Desde los resultados, nada mal. 3-1 vs Olimpo; 1-0 vs Temperley (estos dos con Valencia y Benítez de compañeros de Vera, respectivamente); 2-0 vs Rafaela; 1-0 vs Colón y 1-0 vs Defensa. Hasta la lesión de Lucas, la dupla tuvo minutos en ocho partidos (cinco veces de titular y tres en el segundo tiempo, siempre con Vera desde el arranque).



¿A qué partidos hizo referencia el entrenador cuando afirmó que lo mejor se había visto con un sólo 9? Si Pellegrino apostó a sólo un delantero de área es porque la lesión de Albertengo le "facilitó" la tarea, más allá de que el surgido de Rafaela no cumple a rajatabla con el mote de centrodelantero dado que se tira a las bandas con naturalidad. Mientras Lucas estuvo fuera de las canchas, el DT apostó por un único punta frente a San Martín (Lucero más Pereyra Díaz: 1-1), Estudiantes (Vera más Benítez: 1-1), Olimpia (Vera más Rodríguez: 1-0) y Lanús (Lucero más Pereyra Díaz: 1-1). Luego, en el resto de los matchs, el dibujo se repitió: 4-4-2 con doble 9.




El 'problema' de todo esto no surge a partir de la vuelta de Albertengo, ni de la presión del hincha para ver a Denis, ni por la promesa de goles que Fernández trajo desde Godoy Cruz. Quien 'complica' el panorama es el Cebolla Rodríguez. ¿Por qué? Es que el uruguayo demostró en los últimos partidos que merece ser titular, y Pellegrino no le encuentra un lugar dentro de su 4-4-2. Sus características hacen que el entrenador no lo vea capaz de afrontar las exigencias que en el equipo demanda la función de carrilero e, incluso, en ese sector le sobran variantes: Rigoni, Droopy Gómez, Aquino, Benítez. Incluso, si decidiera ponerlo en ese sector, está claro que lo mejor del Cebolla se vio a las espaldas del cinco rival.



Desde que Pellegrino es entrenador de Independiente, nunca antes tuvo ante sí semejante cantidad de variantes. Si bien Independiente carece de extremos netos en la consideración del técnico, le abundan centrodelanteros por lo que, ante la presencia del Cebolla Rodríguez, el panorama se complica, sobre todo si se parte de la premisa que el DT entiende como inamovible la dupla de volantes centrales (Jorge Ortíz fue titular en casi todos los partidos del campeonato, mientras que Méndez y Rodríguez se alternaron en su compañía).



Si el doble cinco no se rompe y tanto Rigoni como Benítez/Droopy son fijas en la cabeza del DT, indefectiblemente un delantero tiene que ceder. O los tres. ¿Sacar a alguno del fondo? Por lo expuesto en los 32 partidos oficiales que dirigió al Rojo, parece ser una alternativa bastante improbable, aunque en una urgencia (ir empatando contra Patronato de local y con un hombre más), puede darse.



Lo que claro está es que, a esta altura, el único que tiene el puesto ganado en las periferias del área rival es Vera. Indefectiblemente, y si el DT se mantiene fijo en su postura, el 4-4-1-1 (que en la práctica muta a un 4-2-3-1, con los carrileros acompañando a Cebolla) será el esquema predilecto, siempre y cuando el uruguayo esté al 100%.



Incluso, el planteo del entrenador frente a Patronato dejó en evidencia su idea. Al no estar pleno el Cebolla, la primera alternativa se basa en los dos puntas netos. Si bien es cierto que gana en poderío ofensivo, la nula gestación de juego del mediocampo quedó en evidencia, más allá de que Pellegrino afirmó que optó por el Droopy en lugar de Rigoni 'para darle más juego y menos vértigo'. En el complemento, con Rodríguez y Rigoni, la cara fue otra.



Decidir quién y cómo juega para, de una vez por todas, consolidar una idea sobre la cancha y mantenerla es tarea del técnico. Para tranquilidad de Pellegrino, abunda material. Mejor que sobre y no que falte.




Fuente Olé

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