Más allá del error del arquero en la derrota frente a River,
el Rojo también debe levantar su nivel de juego para tener alguna chance de
pelear el campeonato.
El rebote largo del Ruso Rodríguez que permitió que Alario
le diera la victoria a River, tapó en parte el análisis del juego de
Independiente. Si bien no fue superado por el Millonario, tuvo una noche en que
las dudas siguen sin desaparecer. Es que los muchachos de Pellegrino dejaron de
ser ese equipo intenso, con mucha llegada, ordenado y por momentos con algo de
fútbol del último semestre de 2015. Es más, por aquellos meses de julio/agosto
cuando las victorias se sumaban y no jugaba bien, el DT era autocrítico. Ahora,
también cambió el discurso y pasó al extremo de hablar de merecimientos sin
analizar mucho el rendimiento.
Si uno repasa el equipo ideal que Pellegrino tuvo hace unos
meses, le faltaron Vera y Cristian Rodríguez, quienes estuvieron con lesiones.
A eso hay que agregarle los bajos niveles de Méndez y Benítez, relegados al
banco el lunes pasado. Claro, también es cierto que de las incorporaciones que
llegaron, sacando a Campaña, que no jugó, no se destacaron mucho. Igual Rigoni,
Denis y Fernández han convertido los tres goles del equipo en el torneo,
mientras que Gómez entró un par de minutos. Lo que se nota es que el técnico
tiene un sistema táctico siempre cercano al 4-4-2. Jugó mucho con el 4-2-3-1 y
hasta con un 4-2-2-2. Cada uno tiene su librito y si da resultado, nadie dice
nada. Ahora, pasa que a veces los intérpretes que pone no sienten la función.
El caso más reciente es el de Aquino, quien es enganche. En el Monumental lo
mandó por la banda derecha, y su presencia se notó al sacar un par de laterales
en forma de centro al área. O mandar a Benítez al banco, y hacerlo entrar para
que corra a Vangioni. El misionero relanzó su carrera cuando Longaniza lo metió
en su puesto natural de delantero. Igual, y a pesar de contar arriba a Denis
(el primer cambio), Fernández (muy activo) y Vera (se va recuperando), el
conjunto no tiene llegada. Se abusa del pelotazo o los puntas se las deben
arreglar para crearse las situaciones. Además, los rendimientos de Méndez y
Ortiz bajaron considerablemente, como el de Pellerano en defensa.
Las fechas pasan y el equipo no levanta ni tampoco gana. Ese
cóctel explosivo no hace otra cosa que crear desconfianza y ansiedad en todo el
mundo Independiente. Habrá que ver si el entrenador tiene la mano para
encontrar el rumbo. Porque si bien el error del Ruso Rodríguez fue causante de
la derrota en el Monumental, no hay que olvidarse que el juego del CAI no
aparece.
Fuente Olé
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