Germán Denis aclaró que su insulto al ser reemplazado frente
a Colón no fue para Pellegrino, sino que su bronca era porque no quería salir
con el resultado abierto.
Denis es uno de los referentes del equipo y respaldó al Ruso
Rodríguez.
Por Fabián Rodriguez
Se jugaba el minuto 22 del período final. Independiente le
ganaba 2-1 a Colón, que manejaba la pelota y ponía en riesgo la victoria
parcial. Era un momento complejo, cuando Mauricio Pellegrino decidió realizar
el segundo cambio. De manera incrédula, el apuntado miró el cartel. Observó el
número 19 y reaccionó con un insulto al aire a la madre de alguien. Germán
Denis no lo podía creer. Quería quedarse en cancha, se sentía a gusto luego de
convertir el 1-0 y de incidir para el 2-0. Caminó fastidioso, saludó a Cebolla
Rodríguez -su reemplazante- y se sentó en el banco a puro enojo.
"Se armó una polémica por este tema, pero no fue hacia
el técnico. No quería salir, nada más. No le quiero faltar el respeto a él ni
al jugador que entró”. El Tanque aclaró que Mauricio Pellegrino no fue el
destinatario del agravio y aprovechó para explicar la razón del mismo, que se
produjo como una reacción debido a la necesidad y deseo de sumar minutos en
cancha. Hasta aquí, acumula 379’ jugados en el campeonato, con un promedio de
63’ por partido.
La figura del Rojo quiere incrementar su permanencia en la
cancha y para ello se prepara con intensidad. El ejemplo fue la práctica
vespertina de ayer en Villa Domínico, luego de realizar tareas regenerativas
con sus compañeros que integraron la formación titular, habló con Carlos
Compagnucci -ayudante de Pellegrino- para participar del fútbol reducido que
protagonizaron los suplentes y no convocados en el 4-1 a Colón. Una situación
que denota la intención de alcanzar a corto plazo el punto óptimo, tanto físico
como futbolístico. “Hay que adaptarse nuevamente al fútbol argentino. No es
para nada fácil”, describió sobre el juego en diálogo con La Red (AM 910).
El sábado fue la noche de Denis. Un gol, participación
decisiva en otro, insulto mediante al salir y un gran gesto: fue a buscar al
Ruso Rodríguez, arquero suplente del Rojo, para dedicarle el tanto que abrió la
goleada. “Antes de salir a la cancha le dije que iba a ir a abrazarlo si hacía
un gol. Era un momento para respaldarlo porque por esa pasamos todos”. Y por
último, dejó un mensaje contundente: “Fue para demostrar que este grupo está
muy unido. No merecía ser tan cuestionado”.
Fuente Olé

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