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sábado, 19 de septiembre de 2015

Esta “Cebolla” no te hace llorar…






Por Cristian Fernández

Independiente jugó con mayoría de suplentes frente a Chicago y recién en el último minuto pudo conseguir la victoria y 3 puntos fundamentales para ingresar a la Liguilla Pre-Libertadores. Juan Martín Lucero en la primera etapa y el Cebolla Rodríguez con un hermoso cabezazo se convirtieron en los artífices de los goles para la victoria por 2 a 1.

No fue un buen partido del Rojo. Es más, por momentos, Nueva Chicago lució mejor, manejó con mayor criterio la pelota y los espacios y contó con las chances más claras. Los de Mauricio Pellegrino se parecieron más a los que enfrentaron a Arsenal y no a los que golearon en el clásico de Avellaneda.

Y eso que de arranque, a los 13 minutos ya estaba arriba en el marcador. La pelota se movió de derecha a izquierda. Cayó en los pies del Cebolla que la transportó y generó una pared con Emiliano Papa que le permitió al uruguayo quedar dentro del área para rematar. Pero no le dio de lleno y le salió un pase para Juan Martín Lucero que sólo la tuvo que empujar a la red.

Grito de gol y tranquilidad en el hincha del Rojo que se preparó para un triunfo casi seguro. Sin embargo, el equipo se quedó y todo se complicó. Chicago creció, Independiente perdió el rumbo y el visitante logró algo que mereció, el empate transitorio. Iban 25 minutos de la etapa inicial, cuando Gimenez recibió un pase de cabeza a la puerta del área y le dio un derechazo seco que venció a Diego Rodríguez y le dio la igualdad a los de Mataderos.

De ahí hasta la mitad del segundo tiempo, se vio lo que Chicago fue a buscar. Aferrarse al empate, dilatar el juego deteniendo las acciones ante cada posibilidad, cerrar los espacios, jugar con la desesperación de Independiente y apostar a alguna contra para dañar aún más. Y las tuvo, pero su ineficacia le impidió quedarse con algo más.

Y mientras Pellegrino metía mano, cada vez que el Cebolla agarraba la pelota la gente se encendía y el equipo parecía hallar los caminos. No obstante, el rendimiento no era bueno y salvo excepciones, el Rojo no se salvaba ni con una individualidad. ¿O sí?

A los 44 minutos del complemento Matías Pisano fue a realizar el tiro de esquina. Su centro fue al primer palo y hacia allá fue Rodríguez en busca de la pelota. El Cebolla le ganó a todos y colocó con su cabeza los tres puntos en el vestuario local. La gente explotó, gritó el gol y comenzó el delirio que culminó con una ovación para el uruguayo.

Con el triunfo consumado, la gente se acordó de lo que se viene. Gritó por la Copa Sudamericana, se adelantó al clásico con River y se acordó de los vecinos. Y si bien el equipo no jugó bien y por momentos preocupó, la gente se fue festejando por una nueva victoria.





Fuente Infierno Rojo



Nota de rrrojo: Esta nota será actualizada apenas IR la complete.

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