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domingo, 25 de mayo de 2014

Se viene la final en Córdoba: vayan, sean hombres, jueguen y ganen



 
Por Rodrigo Tamagni

¿Queda alguna duda que ante Instituto hay que ir con actitud, empuje y hombría? El mismo sacrificio que se vio para dar vuelta un resultado que comenzó negativo por culpa del show humorístico de la defensa, se debe repetir la próxima fecha. Gloria o nada. 180 minutos más. Vayan, sean hombres, jueguen y ganen

Como la vida del hincha de Independiente ahora se comenta y analiza en minutos, queremos comenzar avisándole que faltan 180 (o quizás más, no le vamos a mentir). Gloria o derrota. Y ahora, a ponerse el traje camuflado, el casco y a ajustarse los botines. No, no es una guerra (no seamos irrespetuoso de utilizar ese trillado recurso, y más aún teniendo a un héroe de Malvinas en al banco). Pero sí será una verdadera trifulca de fútbol. Luces, miradas, centro de escena, puntos de rating en cantidad. Todo estará enfocado en el partido entre Independiente e Instituto donde habrá que repetir todo (bueno, casi) lo que pasó este sábado. Ganar a puro coraje y que el rival, golpeado por Ferro, 'pierda'.

¿Se acuerda que hablamos de seguir padeciendo? ¿Y que también había que estirar esa muestra de reacción en envase pequeño? Bueno, todo se dio. La primera final se superó y del modo que había que hacerlo: sacrificio y sufrimiento. Y hoy, para no romper la cábala, vamos a empezar, como ya es costumbre, por el show de humor que le gusta llevar adelante a la defensa fecha a fecha. Pero también por un orden cronológico.

Siete minutos, sí siete, para que la última línea ponga música de suspenso. El primer acorde lo tocó Tula cortando, queriendo pasar al ataque y regalando la pelota... Lo siguieron Vallés y Ojeda, vestidos de Curly y Moe; porque otra calificación no puede tener el choque que se dieron adentro del área para regalar el gol. ¿Podrán dejar el humor para cuando termine el torneo?

Pero aquella muestra de hombría para dar vuelta el partido en Pergamino, apareció otra vez. De la mano del "Pocho", de Pisano, con el "Rolfi" yéndose lesionado por tratar de dar su granito de arena, con Penco aportando ganas. Puro empuje, pocas ideas. La exquisitez del paladar negro, a esta hora de la 'noche', queda a un costado y sólo se piensa en lograr el objetivo.

Para bajar el nivel de equivocaciones hay que ir, intentar y poner garra; una y otra vez. Eso hizo Independiente esta vez. No tuvo demasiadas ideas, pero se llevó por delante a un equipo relajado que tampoco mostró mucha resistencia. El análisis del flojo juego, a esta altura, se hará cuando termine el campeonato. En los próximos 180 minutos hay que conseguir los triunfos para volver.

Quedó atrás Defensa y Justicia. Usted no se despegue las manos, siga teniéndolas en 'modo súplica' y rezando a quien quiera. 'Arriba' hay gente que también hace fuerza por Independiente. Uno de ellos les dice algo muy claro para la próxima final en Córdoba: vayan, sean hombres, jueguen y ganen. El prestigio del club, manchado por culpa de los ineptos, está en juego.


Fuente Play Fútbol

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