“Está muy mal que no
apoyen a Cantero...”
Liliana Iarusso
Roberto Carnaghi la rompe en Graduados como el padre de
Daniel Hendler en la ficción y no se olvida de su amor por el Rojo. Cuenta por
qué no va más a la cancha y recuerda cuando Francella lo hacía actuar de hincha
de Racing: “Me ponía una tribuna y tenía que gritar “¡la Acadé...!”.
Roberto Carnaghi nació en Avellaneda pero cuando tenía cinco
años su familia se mudó a Villa Adelina. Pero ese no fue un impedimento: todos
los domingos Roberto y su barra de amigos cruzaban la Capital para ir a ver a
Independiente. Hasta que un día pensó: “Ya no tiene sentido ir a la cancha”.
-¿Qué pasó?
-Recuerdo que jugábamos con River y un hincha,
al que le decían el Narigón, vino a insultarnos a la tribuna del Rojo... Cuando
intentó trepar el alambrado para escaparse lo agarraron a trompadas, y mientras
el tipo ensangrentado quería subir, una y otra vez lo bajaban de una pierna
hasta que lo reventaron; nunca me voy a olvidar porque el impacto fue tremendo.
-Y ahí dijiste...
-Encima a la salida, mientras esperábamos el tren para ir
hacia Constitución, se armó una avalancha en el andén, que nos agarramos con
mis amigos porque si uno caía, moría aplastado. Es imposible describirte
aquella escena y lo que cada uno de nosotros sintió.
-¿Y hoy qué sentís?
-Estoy muy enojado con el fútbol. ¿Te
soy sincero? Para mí, en este momento, todos deberían estar en la B, en dónde
todavía, quiero creer, existe un sentimiento de pasión por ganar, de formar un
equipo. Allí no hay esa necesidad de protagonismo que todo lo pervierte. Veo un
fútbol en donde se pegan sin asco, se golpean, se quejan... ¡Basta! ¡Es
increíble! ¿Y el compañerismo?
-Decís volver a pensar en el juego...
-¡Pero claro, querida! ¿Qué pasó con River? ¡Fijate lo que
le costó subir! Por la presión y los nervios que tenía ese equipo. Es imposible
pensar y ganar con ese nivel de exigencia.
-¿No sos más hincha?
-Yo soy hincha de Menotti, de su
pensamiento y de su cabeza. El siempre decía que frente al arco el jugador no
piensa sino que patea porque está urgido de gol, y recién cuando va 3 a 1 puede
bajar la ansiedad.
-¿Coincidís con Cristian Díaz en apostar a la experiencia?
-La experiencia da tranquilidad pero hay que mezclar y apostar a los jóvenes:
el mundo es de ellos.
-¿Tu mundo cómo era?
-En realidad era wing derecho de Guayaquil
pero aparecieron tipos mejores que yo y me mandaron al arco, ja. En mi caso,
los campeonatos se jugaban en San Isidro con ex futbolistas, como Almirón, ex
de Boca, o el colorado Rastelli, que venía de Racing.
-¿Cuál era tu idea del fútbol?
-¡El toque! Y, como siempre
nos enseñaban, levantar la cabeza y no patear al arco sin antes mirar si un
compañero está mejor ubicado que vos.
-¿Te fuiste a probar?
- ¡A Chacarita! Pero pasaron dos
cosas: primero, el entrenador, Isaac López me dijo: “Pibe, por tu edad, tengo
que ponerte en la tercera pero no podeés ir ahí porque acaban de salir
campeones”. Y la otra: íbamos a los entrenamientos y por ahí te decían: “Che,
hoy no jugás porque tengo que poner a uno que me manda el tesorero...”. Y así
nos fuimos borrando.
-¿Borrando se fueron los que apoyaban a Cantero?
-¡No me
hables! ¡Qué tipazo! Pero no podés actuar pensando que tus hijos están
amenazados y en cualquier momento te la dan. Así es difícil.
-Entonces, ¿es un kamikaze o está bien que se haya rebelado
frente a las barras? -¡Está muy bien! Lo que está mal es que no lo hayan
apoyado...
-¿Cómo es que vos no te rebelaste frente a Francella?
-¿Vos
podes creer semejante maldad? En “Poné a Francella”, Guillermo me ubicaba en
una tribuna con la camiseta de Racing y me hacía gritar “¡La Acadé!”. Yo le
decía: “¡Poné a otro!” Y me contestaba que no tenía... Por suerte el año
pasado, en una fiesta de Telefe, pude vengarme dándole una palmadita en el
hombro después de que ganamos el clásico, ja.
-¿Sos de gastadas?
-¡Para nada! A Miguel Colom, director de
Graduados y Bostero, cuando Boca perdió la final de la Libertadores le dije:
“Lo siento. Yo de verdad quería que ganara un equipo argentino porque me da
placer verte bien, soy amigo tuyo y quiero que seas feliz”.
-¿Una palabra para el vestuario del Rojo?
-Equipo.
Talento, sencillez y compañerismo: Roberto Carnaghi
Fuente Olé

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