Por Carlos Maidana
Anoche hubo empujones, palazos y balazos de goma en el
ingreso del público local al estadio. Eso si, para el ingreso de la barra, se
armó un cordón para su mayor comodidad.
Es el mundo del revés. Cuidan a los que se suponen que
siempre están envueltos en los disturbios y generan problemas en la gente que
va a la cancha a pasar un buen momento. El accionar de la Policía en el estadio
de Independiente, una vez más, fue vergonzoso.
No puede tratarse lo que sucedió anoche como un hecho
aislado. Hace tan sólo una semana, otro episodio vergonzoso se vio en Rosario,
donde la Policía Rosarina provocó incidentes con los hinchas de Independiente
que viajaron con los micros oficiales del Club. Ni siquiera, pero se supone que
jugando como local, no deberían pasar estas cosas.
Lo cierto es que anoche, en los ingresos al Libertadores de
América, hubo empujones, palazos y balazos de goma, certificados por más de un
hincha que quería ingresar al estadio, a minutos del inicio del partido. En un
día laboral, uno supone por lógica, la Policía debió prever que la gente iba a
llegar en gran cantidad sobre la hora.
Pero hubo otro hecho que demoró el ingreso normal del grueso
del público al estadio. Pasadas las 18:30, la Policía formó un cordón en Alsina
y Bochini y detuvo allí a la gente que iba a las tribunas populares. ¿La razón?
“Está entrando la barra, muchachos”, respondieron los oficiales.
La barra ingresó cómodamente por Alsina, desde la
intersección con la calle de circunvalación, donde estacionó una combi con los
trapos y los bombos. Desde allí, comandados por Loquillo (no ingresó al
estadio), sobre el que pesa el derecho de admisión – por lo cual no puede estar
cerca de ninguno de los predios del club – caminaron hasta Bochini y sin
mayores disturbios, ingresaron a la Popular Norte. Sin mayores disturbios,
claro, si la Policía hasta les facilitó el trayecto, cortando el flujo de
gente.
“Fue asqueroso. Nos retuvieron en una fila larguísima hasta
que pasara la barra y a 10 del partido abrieron a los empujones”, consignó un
hincha a través de las redes sociales. “Armaron un embudo, pasábamos de a 20,
cada 25 minutos y ni siquiera nos cacheaban”, agregó otro. “Había mujeres y
chiquitos y empezaron con garrotazos y balas de goma”, aseguró alguien más.
“Pasabas el embudo y te tiraban los caballos encima”, certificó otro.
Así las cosas, lejos de cuidar a la gente, la Policía dio
otra muestra de su inoperancia. Hasta se podría hablar de intencionalidad,
porque sino no se entiende. Sólo puede comprenderse, releyendo la frase con la
que comenzaron estas líneas. Entonces si, debemos estar en el mundo del revés.
Fuente Infierno Rojo



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