Jesús Méndez es, junto con Mancuello, el abanderado de la
tenencia del Rojo.
El Rojo ganó la posesión en los nueve partidos que jugó,
pero su mejor nivel se vio ante Arsenal, cuando menos la tuvo. ¿Por qué?
El concepto que engloba el término existe desde la invención
del fútbol, pero la palabra está en boga desde que el Barcelona de Guardiola
rompió con los esquemas rígidos e intransigentes y desterró los estereotipos
que la rama conservadora del fútbol siempre pretende establecer como el modelo
a seguir.
La posesión o tenencia pasó a ser un ítem insoslayable en cualquier
análisis futbolero. Aunque la manipulación del término fue tal que los cultores
del esnobismo y aquéllos que transitan las veredas del exitismo, frivolizaron
su contenido, conduciéndolo al terreno de lo superficial.
Almirón y los
jugadores del Rojo se jactaron en más de una oportunidad de un dato que las
estadísticas imponen con la contundencia de lo irrefutable: Independiente
ejerció una supremacía en el manejo de la pelota en los nueve partidos que
disputó en lo que va del campeonato.
Aunque ser el dueño de la pelota no
siempre significa ser quien domina el juego. También hay que saber
administrarla. Y Almirón lo admitió: “Una vez que la tenés, hay que ver qué
hacés con ella”.
El promedio marca que Independiente tiene un porcentaje de
posesión del 59%. Y que en cinco encuentros superó la barrera del 60%. Sin
embargo, en el partido en el que menos tuvo la pelota, más se vio reflejada la
idea que el técnico quiere desarrollar. Ante Arsenal, el Rojo la manejó en un
57,6% del tiempo, pero ganó 4-0 aprovechando los espacios que el equipo de
Sarandí dejó por estar obligado a salir, ya que Independiente se puso en
ventaja a los dos minutos con un gol de Mancuello.
“Cuando los rivales se nos
meten atrás y nos ceden el terreno se complica porque es muy difícil entrarles.
A nosotros nos conviene enfrentarnos a equipos que nos salen a atacar. Nos ha
costado tener que tomar la iniciativa porque es necesario tener precisión en
velocidad para jugar en espacios reducidos. Y no es fácil conseguirlo”,
reconoció el DT, en un intento por encontrarle una explicación a semejante
contradicción.
¿Cuál fue el partido en el que más la tuvo Independiente?
El 1-1 con Gimnasia (69,2%), cuando el conjunto de Troglio cedió campo y pelota
desnudando la carencia de ideas de un equipo que contó con Méndez, el
abanderado de la tenencia, pero no con Mancuello, quien se encarga de pergeñar
y orientar las maniobras de ataque.
Lo del Rojo es como tener auto y no licencia.
Fuente Olé
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