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Por Daniel
Contreras; "CLARÍN".
Está
descolocado Independiente. No puede reaccionar aún del cimbronazo que le
propinó el descenso. La cancha de Huracán Corrientes, poco iluminada en los
accesos, con falta de revoque por todos lados y con vestuarios mucho más
precarios que los de Primera (hasta en un momento se cortó la luz allí), podría
haber sido tal vez un baño de realidad para entender el contexto en el que el
equipo estará inmerso por lo menos un año.
Ese momento
en el que uno cae y dice “Mirá dónde estamos, hay que salir”.
Pero no. Todo
eso que el hincha del Rojo espera, esa rebeldía cuando el silbato suena, se
desmorona en un instante.
Tibio,
intermitente y con equivocaciones determinantes, como una expulsión infantil
(en dos fechas tiene más rojas que goles), hacen al todo de este presente
repleto de interrogantes.
En la helada
noche correntina y después del empate en cero con Boca Unidos, Brindisi dejó
sus sensaciones. Y aunque trató por todos los medios de ponerle optimismo a sus
dichos, la cara de abatimiento, cansado como si hubiera jugado 90 minutos, lo
decía todo. “Se sintió la rigurosidad de la categoría. Fue un partido muy
trabado y disputado”, comenzó el DT. Y continuó: “No esperábamos un arranque
tan duro. A la vez pienso que es bueno porque nos generó una reacción. Los muchachos
hicieron un gran esfuerzo. Vi cosas interesantes”.
El
entrenador argumentó porqué la igualdad lo dejó dentro de todo tranquilo. “Se
cambió la cara en cuanto a la entrega. Lo más rescatable se dio cuando nos
quedamos con diez jugadores, manteniendo el orden y sin correr demasiado
peligro. Hasta lo pudimos haber ganado si concretábamos una de las que tuvimos.
Quizás lo pendiente aún es la generación de juego, pero ya la vamos a lograr.
Estamos en una búsqueda permanente”.
Tanto el
técnico como todo el plantel saben que no hay tiempo para lamentos. Mañana
mismo, Brindisi y sus dirigidos tendrán la tan ansiada revancha en el
Libertadores de América. Después de haber retornado ayer a Buenos Aires
(hicieron trabajos en el gimnasio y se entrenarán hoy a la tarde en Villa
Domínico) la misión es una sola: ganar. Palabra desconocida desde el 19 de
mayo, cuando, aún en Primera, venció a San Martín de San Juan.
En total ya
son 7 las jornadas en las que el Rojo no se va ganador. Y por eso, el ambiente
se torna cada vez más pesado.
El rival a
vencer ahora es Aldosivi, en el Libertadores de América. “Parra y Núñez se
sumarán a los concentrados”, confirmó Brindisi.
¿Cuál será
el equipo entonces? Lo más claro es que el esquema va a cambiar y una opción
firme marca un 4-3-1-2. Para la defensa estarán disponibles el lateral uruguayo
y Cristian Tula, quien no jugó en Corrientes por precaución. En la mitad de la
cancha Zapata (cumplió la suspensión), Razzotti y Mancuello como volantes,
Montenegro de enganche y Parra y Menéndez como delanteros.
Ese es el 11
que analiza Brindisi, el cual tendrá otra vez y como local, la obligación de
ganar para alimentar la ilusión del tan deseado ascenso.
Fuente
Clarín
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