Campaña y sus compañeros sufren por la eliminación en la
Sudamericana ante Chapecoense. A pesar del triunfo ante Sarmiento, el plantel
no olvida...
Por Fabian Rodriguez
El tipo hace cultura del perfil bajo. No declara para la
tribuna, tampoco realiza gestos grandilocuentes durante sus atajadas. Trabaja
en silencio, con perseverancia y firmeza. Y pudo adueñarse de la custodia del
arco de Independiente, una zona que quemaba con las llamas del Infierno que
generaban los hinchas con su resistencia a Diego Rodríguez. Pero Martín Campaña
no se achicó ante la responsabilidad, aunque tampoco creyó en esa ovación
masiva en su primer partido frente a Colón en Avellaneda. Entendió que fue una
reacción irónica hacia el Ruso más que una aprobación a su presencia. Con las
premisas firmes, hoy cuenta con el respaldo del hincha y de Gabriel Milito,
quien había pedido a Mariano Andújar.
Hace seis días, Independiente quedó eliminado de la Copa
Sudamericana frente a Chapecoense en Brasil. Allí, el arquero demostró
jerarquía y terminó de ganarse la aceptación de la familia roja, más allá del
resultado, por los penales atajados a Cleber Santana y Gil. Y casi saca el
último remate de Tiago. “Teníamos algunas referencias. Por suerte, patearon al
mismo lugar, otros fueron por intuición mía, pero lamentablemente no se logró
el objetivo y ahora hay que levantar la cabeza”, explicó sobre la serie desde
los 12 pasos.
La gente reconoció en Junín al oriundo de Maldonado. Lo
aplaudió y alentó, luego de insultar a algunos de sus compañeros por la
frustración copera. Martín se dedicó a responder en la cancha con una nueva
valla invicta, la decimotercera en el club, y dejó un mensaje sencillo, pero
profundo: fue producto del trabajo grupal. “Es importante que sea difícil que
nos conviertan. Es mérito del equipo que esta laburando desde el primero hasta
el último para que no nos creen situaciones”, describió con modestia.
Independiente debía dar señales de reacción ante Sarmiento.
El triunfo no significaba una revancha, resultaba una necesidad y urgencia para
levantar el ánimo. “Teníamos que ganar, el equipo sufrió una gran herida que no
se cura. Ahora contamos 15 días para trabajar y seguir por el camino de la
victoria. Estamos cerca de la punta en el campeonato local y tenemos que estar
enfocados de lleno en eso”, detalló el hombre que sólo sufrió dos goles en el
ciclo Milito.
Desde su ubicación, Campaña cuenta con la chance reconocer
los defectos y las virtudes. Al momento de señalar los errores, hizo hincapié
en la gestación: “Nos falta por momentos tener más tranquilidad con la pelota y
así buscar los espacios para llegar al arco rival. Eso es lo fundamental,
después, la entrega está. Lo más difícil es hacer goles y esperemos que lo
logremos”.
El arquero, de 27 años, ayer se unió a las prácticas de
Uruguay en Montevideo. Y no es casualidad. Es producto del trabajo y de haber
aprovechado las oportunidades. Ahora, el club deberá aprovechar la baja opción
de Defensor Sporting (800.000 dólares por el 80%) y asegurarse a un bastión
para el presente y al proyectar el futuro.
YO DIGO
Parecido a Mazurkiewicz
Miguel Angel Santoro. Histórico arquero del CAI.
A Martín Campaña lo veo muy bien en el arco de Independiente.
Tiene que tener más continuidad, es un arquero muy seguro, sobre todo se le
nota mucha tranquilidad a la hora de atajar. Lo veo cada día mejor y viene con
la valla invicta en varios encuentros, que termina siendo importante para
aumentar su confianza. Creo que cuando juega con los pies todavía le falta,
pero con el tiempo lo va a ir mejorando porque se va adaptar muy bien a la idea
de Gabriel Milito.
Es parecido, por su forma corporal, agilidad y reflejos a
Ladislao Mazurkiewicz (arquero uruguayo que atajó la final de la Copa
Libertadores de 1965 versus el Rojo). Tiene muchas oportunidades de estar en el
arco de la selección de su país, dependerá de las chances que le brinde el
entrenador ante lesiones o sanciones de Muslera. El que tiene adelante está en
un buen momento pero con el tiempo seguro podrá ocupar ese lugar. Con su
personalidad, poco a poco se va afianzando en un arco muy difícil como el de
Independiente.
Fuente Olé
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