Las razones por las que el capitán argentino se destacó por
el resto; claves para entender la impronta del nuevo DT
Todos abrazan a Messi, la figura de la selección. Foto: EFE
MENDOZA (de nuestros enviados).- Manejó los hilos de un
seleccionado al que le costó hacer pie. Con destellos e impronta de capitán,
Lionel Messi cumplió con las expectativas de una ciudad que sigue rendida a sus
pies. El triunfo por 1 a 0 ante Uruguay dejó señales que no deberían pasar
inadvertidas: el sello del Patón Bauza se adivinó en un planteo ordenado, con
intenciones ofensivas sustentadas en un retroceso masivo.
Aun cuando jugó con diez, la Argentina no se refugió sino
que se defendió con la pelota y buscando no perder posición en el campo de
juego. El cambio de Alario por Pratto pone en evidencia la intención que tuvo
Bauza: cuidar el resultado, pero sin resignar posibilidades aunque es cierto
que el delantero de River cumplió tareas defensivas en parte.
El uno por uno de la Argentina:
Sergio Romero 6. El arquero de la Argentina tuvo muy poco
trabajo. Respondió con seguridad en los pocos disparos al cuerpo que le
llegaron y eso, para un arquero de selección, es importante. Confianza para ir
a Venezuela con el arco en cero.
Pablo Zabaleta 6. Edgardo Bauza le devolvió la titularidad
que había perdido a manos de Mercado. No se destaca por sus desbordes: subió
poco y estuvo abocado a la marca.
Nicolás Otamendi 6. Se las tuvo que ver con Luis Suárez y no
tuvo problemas para controlarlo.
Ramiro Funes Mori 6. Con la firmeza y determinación que ya
son un sello desde su incorporación en la selección. Salida clara y primer pase
entre líneas confiable.
Emmanuel Más 5. Fue el más flojo de la defensa, aun sin
haber hecho un mal partido. No tuvo mucha proyección, podría haber sido más
punzante teniendo en cuenta que por su sector Uruguay no atacó con profundidad.
Lucas Biglia 6. El equilibrista, socio de todos, su figura
creció en el segundo tiempo para ayudar a mantener balanceado al equipo que
tenía un jugador menos. Oficio para complementarse con Mascherano y retroceder
para achicar espacios.
Javier Mascherano 7. Fue, junto con Lionel Messi, el punto
más alto del seleccionado. A su habitual entrega, le sumó una faceta de
asistidor. Claro en la salida y muy importante a la hora del retroceso.
Lionel Messi 7. Figura por acción e influencia. De sus pies
partieron las pinceladas de magia que tuvo el equipo de Bauza. Participó de
todas las acciones de riesgo del equipo y se esforzó para cubrir espacios y
hasta arrojarse al piso. En un partido apretado, leyó lo que exigía el contexto
y se puso al servicio de la selección. Fantasía y compromiso.
Paulo Dybala 5. Nunca se olvidará de la noche mendocina...,
ni de la ovación que lo despidió tras una expulsión precipitada porque la
primera amarilla no la mereció. Jugó casi un tiempo y sus buenas intenciones de
juntarse con Messi chocaron con varias imprecisiones. Pudo marcar un gol, pero
se lo negó el palo. Sus lágrimas al dejar la cancha describen su sentido de
pertenencia. Tendrá más oportunidades.
Angel Di María 5. No fue el socio de Messi que todos
conocemos. Se le vio apagado, sin mucho recorrido y sin el desequilibrio por la
banda izquierda.
Lucas Pratto 5. Fue el único hombre de área mientras estuvo
en cancha, y lo sintió. Buscó entrar en circuito, pero no siempre lo logró.
Tuvo sacrificio y buscó ser siempre un pivote para Messi y Dybala, sobre todo.
No tuvo situaciones de gol.
Ingresaron:
Lucas Alario y Nicolás Gaitán
Fuente Cancha Llena
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