Socios en la cancha y fuera de ella, Leo y el Kun son
inseparables; todo comenzó en el Mundial Sub 20 de Holanda 2005, título del que
hoy se cumplen 10 años; el sábado buscarán la primera corona para ambos con la
selección, la Copa América de Chile
Por Pablo Hacker
Grita Lionel Messi , grita Sergio Agüero , los dos celebran
un gol con la camiseta de la selección. Son gigantografías de ellos en el Hotel
La Serena Suites, la concentración de la Argentina durante gran parte de la
Copa América de Chile . Era la entrada a la habitación que ambos compartieron
desde los primeros días en territorio trasandino y, como siempre, los colores
celeste y blanco los unían. Hoy, son mucho más que Leo y el Kun, quienes hace
exactamente una década se consagraban campeones del Mundial Sub 20 de Holanda
2005. Eran apenas dos promesas, dos chicos que ni sabían quién era el otro.
La historia de esta relación entre cracks comenzó hace 10
años, dos semanas antes de que empezara aquel Mundial, en el que la selección
de Pancho Ferraro debutó el 11 de junio con una derrota por 1-0 ante Estados
Unidos, con Agüero y Messi curiosamente en el banco de suplentes y con Oberman
y Vitti como titulares. Luego, terminó con el título del mundo, aquel 2 de
julio de 2005, con una victoria 2-1 sobre Nigeria, con goles de Leo de penal,
el último por una infracción sobre el Kun. Restaban algunos días para viajar a
Europa y ambos se entrenaban en el predio de Ezeiza con la Sub 20.
Juntos, Messi y Agüero ganaron el Mundial Sub 20 2005 y la
medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008; el sábado buscarán el
primer título de ambos en la selección mayor, la Copa América; compartieron
plantel en los mundiales 2010 y 2014
Un almuerzo fue el inicio de la amistad. En la mesa, se
ubicaban Leo, quien estaba a punto de cumplir 18 años, el Kun, de 17, Ezequiel
Garay, hoy también en la Copa América, y Lautaro Formica, ex Newell´s, entre
otros clubes. Todos charlaban, mientras Agüero miraba de reojo a un tal Messi.
"Estábamos hablando y él me miraba, me miraba, yo me daba cuenta",
recordó hace poco Lionel en una entrevista con TyC Sports. El Kun completó la
anécdota en un reportaje con DirecTV: "Yo no sabía quién era. Estábamos
comiendo en el predio de Ezeiza. Él estaba a mi derecha y hablábamos de unas
zapatillas con Garay y Formica. Leo en un momento dice algo de Estados Unidos.
Yo pensé quién es este. Yo miraba fútbol, pero de la Argentina, no de Europa. Y
le digo a Leo '¿vos cómo te llamás?' Leo se acuerda y se caga de risa. Me
contesta 'Lionel'. Y yo le pregunto por el apellido. 'Messi', me responde. '¿No
sabés quién es?', me preguntaron los otros. Yo sabía por las noticias que había
uno bueno de Barcelona y dije es él. Después, lo vi entrenarse y me di cuenta
lo bueno que era y nos pusieron en la habitación en ese Mundial". Desde
entonces, en cada concentración con la selección, durmieron juntos.
Con esa historia de película, empezó una relación que fue
sumando más y más capítulos para quienes hoy son dos estrellas del fútbol
europeo. La idea de que compartieran habitación fue de Miguel Ángel Tojo,
ayudante de campo de Ferraro en ese Mundial. "Me dijo que me ponía con él
para que me contara cómo era jugar y vivir en Europa", dice el Kun en su
autobiografía. Por entonces, Messi ya estaba en Barcelona y Agüero era la gran
promesa de Independiente. Ese Mundial 2005 los marcó, no sólo porque se consiguió
el título y ellos fueron claves en la final ante Nigeria. En la concentración,
los días compartidos fueron moldeando a los dos futbolistas más jóvenes de
aquel plantel, en el que también estaban Garay, como ya se mencionó, Fernando
Gago, Lucas Biglia, Pablo Zabaleta y Oscar Ustari, entre otros.
"En ese Mundial, eran los dos bebés que tenía. Un día a
las 3 de la mañana, suena el teléfono de mi habitación. Yo no sabía el
sobrenombre de Agüero. 'Hola, habla el Kun, siento ruidos', me dice. 'A dormir
, no hinchés', le digo. Era el Kun, tenía miedo", recuerda Gerardo
Salorio, preparador físico de aquel equipo ante la consulta de canchallena.com.
"Con Agüero estaba en la pieza y jugábamos a la Play y
nos cargábamos. Me re calentaba", recuerda Messi. "Nos gritábamos los
goles y el que perdía lo volvía loco al otro. Esos partidos se convirtieron en
verdaderos clásicos", aporta el Kun, Todas las noches Salorio hacía juegos
para los chicos y había una tabla acumulada de puntos. "Messi salió
último, no era competitivo en los juegos, no le daba importancia. A la mañana,
los despertaba con una canción y había que adivinarla. Messi y Agüero no
pegaban una, eran temas de los '60, '70", explica el Profe. "Salí 18
de 18. Me mataron las canciones, no las conocíamos. Yo escuchaba cumbia y
Agüero escuchaba más cumbia que yo", decía Leo en una entrevista días
después de volver con el título bajo el brazo. "El profe nos llamaba por
teléfono a la mañana. Lío siempre me pedía que atendiera yo, aunque en realidad
ninguno de los dos quería levantarse. Yo no acertaba nunca porque en música me
sacás de la cumbia y no conocía nada", se suma Agüero.
El 2 de julio de 2005, hoy hace 10 años, la selección
argentina Sub 20 se consagraba campeón del mundo al vencer 2-1 a Nigeria, con
goles de Messi de penal, el último por una falta sobre el Kun
Había multas en euros para quien llegaba tarde a las
comidas, para el jugador que insultara o hasta por si a alguno se le fuera la
mirada con alguna chica. Salorio recuerda: "Les tenía prohibido varias
cosas, por ejemplo el consumo de papas fritas de paquete. Un día abro la puerta
del ascensor y estaban Messi y Agüero juntos comiendo un paquetón de papas. Se
abre el ascensor y los veo. Las papas volaron por el aire. Yo les digo, eso es
comida, disfrútenla, pero es la última vez".
"Nos hicimos amigos muy rápido e íbamos a todos lados
juntos. Enseguida nos entendimos, tal vez porque éramos los más chicos. Hubo
una afinidad inmediata y nos ayudó a integrarnos mejor al grupo", señala
Messi sobre aquellos días en el libro oficial de Agüero.
Entre tanta alegría y buen clima, también hubo un duro
momento que Leo y el Kun debieron sortear. Durante ese Mundial, el 13 de junio,
dos días después del debut, Emiliano Molina, arquero de las inferiores de
Independiente y muy amigo de Agüero, sufrió un accidente automovilístico y
quedó internado en grave estado en el hospital Fiorito. La noticia llegó
rápidamente a Holanda, donde muchos de los chicos lo conocían, aunque nadie
como Sergio. Emiliano luchó por su vida durante 12 días y murió la noche del 25
de junio, la misma en que la Argentina se había clasificado a las semifinales,
tras dejar en el camino a España.
Cuando sucedió, los chicos dormían en Europa por la
diferencia horaria. El cuerpo técnico se enteró de la noticia, a las 4 de la
mañana, y pidió en el hotel que se cortara el servicio de Internet en las
habitaciones. Sin embargo, algo falló. En la mañana del 26 de junio, Messi
revisaba las noticias en Internet como todos los días. "No, no", exclamó.
El Kun se estaba terminando de cambiar. Leo no sabía cómo darle la noticia de
que su amigo había muerto. "Nos pusimos a llorar juntos un rato largo. Lío
también lo conocía porque se había entrenado algunas veces con él", cuenta
Agüero en su autobiogafía, en la que Leo explica: "Estaba desencajado. Yo
no lo había conocido bien a Emiliano, pero sabía lo importante que era para
él". Dos días después, la Argentina jugó la semifinal ante Brasil y los
chicos usaron un brazalete negro en honor a Molina. La selección ganó 2-1 con
goles de Messi y Zabaleta. "En el túnel vi la cara de Emiliano, sus
chistes, sus gracias. No puede ser lo que pasó. Si sirve de algo, es para
él", le decía a LA NACIÓN Agüero.
Con ese sinsabor, con la alegría de un título mundial y con
las picardías de dos adolescentes, así empezó la amistad entre Messi y Agüero,
una relación que ya lleva 10 años en la selección. "Leo es un amigo del
fútbol. Concentramos siempre juntos desde Holanda 2005", decía el Kun
durante el Mundial de Brasil. "Miramos películas, el control remoto lo
manejo yo. Él se calienta, porque yo me quedo dormido y no apago la tele. Él ya
está durmiendo y a la mañana siguiente me reta. Se da vuelta y se palma, tan
rápido se duerme", se reía Agüero al hablar de la intimidad de ambos.
Hoy, Messi tiene 28 años, es padre de un hijo y espera el
segundo. En la selección mayor ya hizo 46 goles y se ubica segundo como máximo
anotador de la historia. Agüero, de 27, también es papá de un hijo y con la
camiseta celeste y blanca suma 30 tantos, 5º entre los máximos anotadores. Pasó
una década y a los dos los une una amistad de fierro y una deuda: festejar un
título con la mayor, eso que juntos intentarán lograr el sábado en la gran
final de la Copa América ante Chile.
Fuente de videos YouTube
Fuente Cancha Llena
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.