Desde el Apertura 2002, el Rojo tuvo 19 entrenadores que no
lograron dar una vuelta a nivel local. Holan, resistido por algunos históricos,
buscará el título.
Américo Rubén Gallego y el plantel que conquistó el último
campeonato local. Una imagen que no se repitió.
Por Fabian Rodriguez y Favio Verona
No se cuáles serán los pergaminos que tiene Holan para
dirigir a Independiente”. La crítica peyorativa de Daniel Bertoni, sumadas a
las realizadas por Jorge Burruchaga y Silvina Santarelli -esposa de Gabriel
Milito-, generaron un recibimiento áspero para el nuevo entrenador. Ariel Holan
tendrá la difícil misión de encarrilar la reconstrucción deportiva iniciada
desde el regreso a Primera en julio de 2014. Y para ello, deberá convivir con
la ansiedad del hincha, que atraviesa el período más extenso de su historia sin
títulos domésticos: 14 años. Desde aquella consagración en el Apertura 2002, con
el Tolo Gallego al mando, han pasado 24 entrenadores (entre ellos cinco
interinos) sin conseguir dar una vuelta olímpica. La única excepción fue la
consagración en la Copa Sudamericana 2010, bajo la tutela de Mohamed.
Si los pergaminos se miden en campeonatos, el Diablo volvió
a ser dirigido por Américo Gallego en dos lapsos (2009-10 y 2012-13) con
desempeños dispares, muy bueno en el primero y flojo en el segundo. También fue
conducido por técnicos ganadores en otros clubes como Claudio Borghi (Argentinos)
y Ramón Díaz (River y San Lorenzo). Sin embargo, sus ciclos finalizaron
rápidamente. Lo mismo ocurrió con el campeón mundial César Luis Menotti en el
Clausura 2005, quien no pudo igualar la campaña del subcampeonato del Apertura
96. Además, Brindisi, conductor en las consagraciones en el Clausura y
Supercopa 94, tuvo que sufrir el descenso en 2013 y el inicio del camino
sinuoso de la B Nacional.
Si los pergaminos se miden por lo hecho en el club, muchos
quedaron en deuda. Bertoni, Burruchaga, Garnero, Santoro y Milito son parte de
la rica historia, pero en sus períodos como técnicos no pudieron repetir
aquellas jornadas de gloria con los botines...
Si bien no tenían pergaminos, hubo apuestas como Pedro
Troglio, Jorge Almirón y Mauricio Pellegrino que hicieron un trabajo de mayor a
menor y dejaron una imagen aceptable. Y con el paso del tiempo se ganaron un
lugar de consideración en el ambiente del fútbol: el máximo exponente fue el
Negro, campeón con Lanús.
Durante estos años de sequía también hubo buenas etapas como
la de Julio Falcioni (afianzó a Sergio Agüero en Primera en el Apertura 2005),
Mohamed alcanzó el 16° título internacional en 2010 y De Felippe lo devolvió a
la A. Ahora, es el turno de Holan, quien buscará poner de pie al club y, a la
vez, demostrar que los golpes recibidos fueron en vano.
Fuente Olé
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