Por Luciano Bottesi
Muchos clubes de la máxima división, con representación de
los cinco grandes, se reunieron para tomar una postura en conjunto. Ante la
crisis comunicarán a Zurich que no juegan si la Comisión no paga lo adeudado.
La Primera decidió que tampoco juega y quiere a la FIFA de
garante
El Comité Normalizador perdió por completo el respeto de los
dirigentes, quienes mandaron un pedido a FIFA para destrabar la situación.
La Primera decidió jugar su carta. Tras poco más de dos
horas de reunión en la que participaron los cinco grandes -con Hugo Moyano como
único peso pesado-, los clubes de la A resolvieron enviarle al titular de la
FIFA, Gianni Infantino, un documento que explique los motivos por los que el
torneo no se reanudará el 2 de febrero como está previsto y en el que
consideran que deben saldar desde Zurich los 350 millones de pesos que no pagó
la administración del comité.
En esa misma carta, detallarán la situación financiera
actual -con los 350 millones de pesos impagos a los que el comité regularizador
se había comprometido a abonar-, con detalles de clubes que saldaron su deuda
particular con la AFA -como River o Central- y el plan de pagos que otras
entidades presentaron para ponerse al día. Además, la constancia de que los
meses de mayo y junio no fueron abonados y que los premios depositados por
CONMEBOL nunca fueron derivados por la Tesorería a los clubes correspondientes.
De esa manera instarán a la FIFA a que arbitre los medios
para que las autoridades que nombró para regularizar la asociación argentina,
se ponga al día. Además, exhortarán al llamado a elecciones para que la AFA
vuelva a ser controlada por los clubes que la conforman.
Con esta acción, la Primera aunará un reclamo general con el
Ascenso, del que se diferenciará con particularidades. La "A" no
convoca a un paro o medida de fuerza, sino que señalan el atraso en los pagos
como consecuencia directa, al tiempo que no exigen elecciones ni se amparan en
la Justicia para lograrlas.
De este modo además evitan -tal como prefieren algunos
clubes, no todos- que el Gobierno siga conjugando intereses dentro de AFA y
quitan a la Super Liga como moneda de cambio y la reservan, en todo caso, para
una discusión interna.
El escenario pone en jaque al Comité Normalizador, que no
tiene fondos para saldar su compromiso; es acusado por los clubes ante las
autoridades -la carta de Primera a FIFA-; no cuenta con una mano del Gobierno,
su principal aliado, porque no le libera la partida; y tiene al Ascenso e
Interior en una trinchera, dispuestos a la guerra y a la espera que la Justicia
determine el pedido de elecciones.
Con Armando Pérez internado, Carolina Cristinziano radicada
en Paraguay sin estar en el día a día de la AFA y con Pablo Toviggino
denunciando a la propia Comisión que no le da lugar, Javier Medin se encuentra
entre la espada y la pared de un edificio que no conoce. El de Viamonte.
Fuente Diario Popular
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