Independiente vive en Salta en un clima muy diferente al de
los últimos encuentros en el Libertadores de América. Este lunes habrá reunión
de filiales como aperitivo al clásico contra Racing.
La Peña Pepé Santoro visitó al plantel en Salta (Foto:
Prensa Independiente).
Por Favio Verona
Lejos del clima hostil que hubo en los últimos partidos que
Independiente jugó de local en el Libertadores de América, el público de Salta
le viene dando muchas muestras de afecto a los futbolistas. Más allá de la
recepción que unos 300 hinchas le dieron al plantel el jueves por la tarde, son
interminables las guardias que los fanáticos hacen en la puerta del hotel en el
que el plantel se encuentra alojado en el centro de la capital de la provincia
del norte. Muchos permanecen estoicos sobre la vereda de la calle Balcarce. Se
instalan allí durante horas, combatiendo el calor soporífero con baldazos de
agua. Todo por apenas una foto, un autógrafo, un saludo o un breve cruce de
palabras con sus ídolos. La pequeña plaza que está situada enfrente del hotel
luce maquillada por tres banderas enormes. Son familias enteras las que
custodian cada movimiento del plantel y que salen disparados cada vez que los
jugadores pisan la calle para subirse al micro e ir a entrenarse a la cancha de
Gimnasia y Tiro. Los integrantes de la peña que el club tiene en la ciudad
también se acercaron para tener contacto con el grupo. El lunes, antes del
partido ante Racing, habrá un encuentro del que participarán varias filiales
del club. Habrá un asado y se espera una multitud. El baño de afecto no le
viene nada mal a un plantel que está golpeado después de un 2016 que todos
quieren sepultar.
Fuente Olé
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