Out de la Copa Argentina y de la Sudamericana, el CAI
apuesta desde el arco a pelear el torneo.
A los 27 años demuestra una sobriedad muy importante.
Por: Beto Tisinovich
Martín Campaña entró con el pie derecho a Independiente. Sin
haber hecho atajadas tremendas ni tampoco convertirse en héroe, la gente lo
puso en un pedestal. Las malas actuaciones del Ruso Rodríguez y su nada de
felling con los hinchas, hizo que Mauricio Pellegrino lo pusiera de titular
luego del 0-1 en cancha de River. El uruguayo no arrancó bien. Dubitativo
versus Colón, sobrio contra Banfield, decisivo ante Patronato, frente a
Sarmiento tuvo su noche de esplendor al salvar al Rojo de una derrota segura.
Y, hoy, casi seis meses después vuelve al Eva Perón, donde por primera vez
cerró el arco por 90’. Es un momento especial para Independiente. La eliminación
de la Copa Argentina a manos de Defensa y la salida de la Sudamericana frente a
Chapecoense (ayer se comió un 4-1 de local con Vitoria), hace que el torneo sea
la única competición que deberán afrontar los muchachos de Gabriel Milito.
Tiene que jugarse todo a esta campaña, justamente, sabiendo que por ahora el
equipo cumple bien en su fase defensiva, pero le falta muchísimo de mitad de
cancha hacia adelante.
El golero, convocado con Cebolla Rodríguez para una nueva
fecha de Eliminatorias, no es espectacular pero sí indiscutido. De perfil muy
bajo, habla lo necesario y en la cancha da la sensación de estar siempre bien
parado. Cuando llegó en enero de Defensor Sporting, por un préstamo hasta junio
de 2017 por 180.000 dólares, pareció que vino a prueba. Hoy, la dirigencia
planea comprarle parte del pase y también mejorarle su contrato. Es que sus
números lo avalan y demostró, junto a Cuesta y Tagliafico, ser la parte más
firme de un conjunto que viene de fracaso en fracaso. No recibió goles en la
Sudamericana, y en la serie de tiros desde el punto penal contra los de
Chapecó, detuvo dos de ocho (el primero pegó en el travesaño) y dejó a Sánchez
Miño con la chance del pase para jugar con Junior en los cuartos, pero el ex
Boca le tiró una masita seca a Danilo y la desperdició. Ayer volvió a la cancha
donde empezó su consolidación. En Junín demostró ser arquero de equipo grande.
Ese que debe responder en cada llegada del rival y equivocarse lo menos
posible. A pesar de que Gaby Milito pidió a Andújar, el oriundo de Maldonado
siempre respondió. Y desde el arco el Diablo apuesta todo a esta Campaña.
Fuente Olé
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