Por Ruben Iglesias
Independiente venció a Sarmiento por la mínima gracias a un
golazo de Diego Vera. El triunfo sirve para mantener el invicto en el torneo
local, pero los rendimientos dejaron muchas dudas y el equipo, prácticamente,
desapareció en el segundo tiempo. Se viene un parate de dos semanas y mucho
trabajo.
El equipo de Gabriel Milito volvía a jugar luego de la
deshonrosa eliminación en la Copa Sudamericana. Por eso, el técnico modificó el
esquema y decidió incluir a Sánchez Miño por el lesionado Jorge Ortiz. Y el
clima no era el mejor, en la entrada en calor, los hinchas visitantes
abuchearon a los jugadores.
Las primeras insinuaciones fueron del Rojo. Primero fue
Maximiliano Meza y después Sánchez Miño los que probaron desde afuera. Luego
Nicolás Tagliafico se mandó al ataque, a los 10 minutos y tras una pared con
Rigoni, remató desviado. El Rojo tenía la pelota y se acercaba, aunque sin
puntería, al arco de Julio Chiarini.
Pero llegaron las réplicas del local. Salida rápida por
izquierda, Figal no llegó cerrar, Leandro Díaz esquivó a Campaña y la tiró
atrás, pero Sánchez Miño llegó para despejarla cuando Busse entraba para el
gol. De ese lateral, otro centro terminó en un cabezazo en el travesaño y en el
rebote Di Renzo remató por arriba. Se salvaba Independiente.
Independiente acusó el golpe y encontró el desnivel.
Tagliafico la puso larga para Meza que ganó, llegó al fondo y cedió a Diego
Vera para que “Viruta” definiera de taco y ponga el 1-0 en un momento en el que
el visitante sufría las llegadas de Sarmiento.
El primer tiempo se fue y salieron para el complemento in
modificaciones. Los de Milito tenían la posibilidad de encontrar espacios con
el adelantamiento de Sarmiento pero no podía. Los de Junín aprovecharon el
quedo del rival y sitiaron el área de Martín Campaña y con centros cruzados
complicaban.
Ezequiel Barco y Martín Benítez entraban por el Cebolla y
Rigoni de flojo partido para buscar alguna variante y tener cambio de ritmo.
Los de Shcurrer habían tomado control del partido.
Independiente había cedido protagonismo y campo, buscaba con individualidades
resolver el encuentro pero se estaba llevando mucho premio con la victoria. No
había ideas y reinaba la desidia en casi todos los jugadores.
Los minutos pasaban y el resultado no se modificaba. La
victoria se consumaba y en la última, Leandro Díaz empujó a Ezequiel Barco que
cayó sobre la chapa que cubre el túnel y terminó lastimado. Roja para el de
Sarmiento y final del encuentro
Sin sobrarle nada, el Rojo volvió al triunfo, en Junín, tras
la eliminación de la Copa Sudamericana. Sirve anímicamente para estas dos
semanas de receso, pero los de Milito dejaron un manto de duda en cuanto a
rendimiento colectivo. Se viene una nueva fecha FIFA y mucho trabajo para
convertir a este plantel en un candidato en el único torneo que le queda por
delante.
Fuente De la Cuna al Infierno
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