Vistas de página en total

viernes, 26 de agosto de 2016

Cruz Diablo



Independiente se llevó un triunfazo de la cancha de Lanús gracias a un blooper de Monetti y a una genialidad de Rigoni, autor de un golazo de aquéllos. El equipo de Almirón pagó caro los errores y se quedó con las manos vacías: ahora al Rojo le alcanza hasta el 0-1 en Avellaneda para clasificarse.
                        

El Rojo festeja el 1 a 0 de Leandro Fernández ante Lanús (Télam).

Por Emiliano Sotomayor

¿Ganar jugando bien o ganar como sea? Si esa pregunta se la hiciera a Milito, seguramente sepa cuál sería la respuesta. Sin embargo, en partidos como éste, el ganar como sea vale casi tanto como el otro. Doblegar al campeón en su casa no es cosa de todos los días, y menos aún si el rival arranca siendo superior a uno, como ocurrió este jueves en La Fortaleza. Porque, a ver, aunque fuera el Lanús del semestre pasado, un par de toques alcanzaron para demostrarle al Rojo que del otro lado de la cancha estaba el mejor equipo del último campeonato. Si hasta Monetti se lo recordó al uruguayo Vera con una pisada hermosa (y muuuy riesgosa) a poco del comienzo. Pero claro, como bien dijo Bochini en el entretiempo, los partidos se ganan haciendo goles, y fue Independiente el que los hizo.

Tal vez otra hubiera sido la historia si Ciro Rius no le pifiaba al arco semi vacío. Esa jugada colectiva de Lanús evidenció el porqué del título, más allá de que la definición del ex delantero de Defensa y Justicia haya ido a parar a donde lo mandaron muchos de los hinchas que estaban en la tribuna del Grana. Distinto fue el caso de Herrera, que le dio fortístimo desde lejos para que Campaña se luciera.

En definitiva, si bien no había conseguido plasmarlo en el resultado, lo de Lanús era mejor: aun sin brillar marcaba la diferencia a partir del enorme talento de su número 10, Miguel Almirón, el futbolista más desequilibrante que tiene en el plantel el DT con el que comparte apellido. Pero en un abrir y cerrar de ojos todo el trabajo que había hecho hasta allí se fue al tacho. ¿Qué pasó? A Monetti se le escurrió de las manos un centro (difícil) de Rigoni con la mala suerte de que la pelota rebotó en Braghieri y le fue a parar a los pies de Leandro Fernández. Y sí, gol de Independiente.


El 1-0 le dio confianza al equipo de Milito, que a pesar de haberse llevado la victoria de la cancha de Lanús no mostró estar a la altura de lo que el DT pretende. Intentó salir jugando y avanzar con la pelota al piso, como quiere Gaby, pero se encontró con un Lanús mucho más trabajado, aceitado, amén de que después de encontrarse en desventaja se haya caído a pedazos desde lo futbolístico. Y encima, para cerrar una noche negra, Silva se mandó un macanón que terminó en el 2-0 de Rigoni, quien le sacó jugo al error y definió de manera exquisita ante Monetti.

Sea como sea, Independiente se llevó un triunfazo de La Fortaleza. En el debe quedó el buen juego, aunque tiene tiempo para pagar deudas. Tal vez el 2-0 a favor le ayude a soltarse.


Fuente Olé

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.