Pisano no se olvidó de sus orígenes y pasó por el Poli.
Llevó comida y pelotas para los juveniles de Chaca, su ex
club. Un gesto gigante del volante.
En este fútbol en el que muchos reniegan de su pasado,
Matías Pisano demostró que no todo está perdido. Aprovechando su día libre en
Independiente, se tomó la tarde y enfiló para el Polideportivo de Chacarita, en
San Andrés, donde jugó desde las Inferiores hasta la Primera antes de pasar al
Rojo. ¿Qué fue a hacer? Una obra de bien. No se olvidó de sus orígenes, no
gambeteó su parecer y fue de cara al gol en cuanto a su pasado. Fueron muchas
caras de sorpresa y demasiadas sonrisas en una tarde soleada. Apenas puso un
pie en el Poli se revolucionó todo. Pisano, esta vez sin su bolso de
entrenamiento, empezó su tarea solidaria cuando bajó con bolsones de comida y
pelotas. El volante ofensivo de 21 años, a quien la gente del Rojo pide de
titular a gritos, tuvo el gran gesto de llevarles los regalos a los chicos
funebreros en el mismo lugar donde él empezó a codearse con la pelotita. “Me
hace bien venir acá y ver a los pibes que hasta hace un tiempo compartían cosas
con nosotros. Si bien ahora estoy en Independiente no me olvido de las cosas
importantes que viví en Chaca”, afirmó.
Fuente Olé
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