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miércoles, 19 de septiembre de 2012

Es hora que la pelota entre



Farías tuvo una clarita el domingo. La tiró afuera.

Favio Verona

El Rojo es el equipo con menos goles en este torneo.

Para Gallego es el déficit N°1.

Mala puntería y falta de variantes.

Convertir se transformó en una faena engorrosa para Independiente, le demanda un esfuerzo colosal, desmesurado.

Con apenas tres goles en siete fechas, el Rojo es el equipo que menos anotó en lo que va de este torneo Inicial, seguido por Unión con cuatro.

Se trata de una cifra ínfima que revela el acuciante déficit que padece el equipo.

Si bien en el primer tiempo frente a Boca generó varias situaciones claras de gol (increíbles las que fallaron Farías y Rosales), a Independiente le cuesta llegar con claridad cuando los rivales se cierran y no dispone de espacios.

Américo Gallego no posee muchas variantes en la delantera.

La partida de Facundo Parra al Atalanta de Italia dejó un hueco difícil de llenar, ya que el punta había metido 23 goles en 80 partidos jugados con la camiseta roja.

Además, cuando los dirigentes y Cristian Díaz salieron en búsqueda de refuerzos establecieron un orden prioritario e hicieron énfasis en la contratación de volantes y defensores.

Hoy, los resultados están a la vista: la jugada no salió bien. Sólo dos futbolistas de características ofensivas desembarcaron en el Rojo durante el receso invernal: Luciano Leguizamón y Paulo Rosales. Ignacio Piatti también estuvo en la mira, pero San Lorenzo ganó la pulseada y la CD no tenía un plan B.

Ernesto Farías es el único referente de área con el que cuenta el Tolo, ya que prácticamente no tiene competidores por el puesto.

Durante el torneo, Patricio Vidal y Martín Benítez alternaron como sus acompañantes, pero ambos carecen de un capital intangible que los dirigentes consideran indispensable para afrontar la difícil situación en la que está inmerso el club: la experiencia.

Preocupado ante la coyuntura, Gallego decidió la semana pasada que Diego Churín vuelva a entrenarse con la Primera, ya que últimamente integraba el plantel de la Reserva.

Exceptuando a Farías, en Independiente ningún delantero ostenta un registro de goles copioso.

Rosales convirtió apenas 40 goles en los 234 partidos que disputó a lo largo de su carrera, lo que arroja un promedio de 0,17 goles por encuentro.

Por su parte, Leguizamón marcó 46 goles en 156 encuentros en Primera, con un promedio de 0,30 goles por juego.

En lo que va del Inicial, el único delantero que convirtió para el Rojo es Farías, quien estampó el 1 a 1 ante Quilmes. 

En este torneo, el Rojo superó su peor racha sin convertir goles en condición de local con 511’.

De todas formas, la problemática no se circunscribe únicamente a la labor de los delanteros. Más allá de las imprecisiones que exhibió el Tecla en los últimos partidos, el equipo aún no encontró un patrón de juego y como corolario la pelota les llega a cuentagotas a los puntas.

Ya es hora que entre...




Fuente Olé

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