Los hinchas del Arse, algunos golpeados, abandonan la popu
local por la pedreada
Debora D’amato - Ddamato@ole.com.ar
Barras del Rojo apedrearon la popular local desde las
adyacencias del estadio.
Loquillo, número dos de los violentos, vulneró el
derecho de admisión.
¿Coproqué?
Imaginábamos que iba a ocurrir lo que pasó.
Si la policía trabaja
bien, no va a pasar nada.
Los piedrazos venían desde afuera y la cancha es
chica”, aseguró Javier Cantero no bien finalizó el partido.
¿De qué proyectiles
habló el presidente?
De los que comenzaron a caer sobre la tribuna local, a los
pocos minutos de iniciado el complemento.
La gente de Arsenal ligó la pesada
lluvia, un coletazo de la agitada semana que pasó el Rojo gracias a su barra.
Lo cierto es que un número importante de hinchas del Rojo se
quedó sin ingresar a la cancha (se pudo identificar a varios de ellos como
pertenecientes a la barra).
Las piedras volaron durante ocho minutos y
comenzaron a cesar ante la llegada de la policía montada, que pudo frenar el
accionar de los violentos después de persuadirlos con balas de goma.
El Coprosede había pedido, de antemano, que la gente de
Independiente llevara el DNI y se abstuviera de portar banderas e instrumentos
musicales.
El hincha genuino cumplió a rajatabla con las condiciones impuestas
por el organismo de seguridad.
Sucede que Independiente había hecho efectivo el
pedido por el derecho de admisión.
Los señalados fueron tres: el jefe de la
barra brava, el Bebé grandote, César Loquillo Rodríguez y Adrián Tortuga
García.
Sin embargo, Loquillo y Tortuga merodearon las adyacencias del Viaducto
y algo olió mal.
De hecho, hubo corridas antes del inicio del juego.
Preludio
de un plan organizado.
En el segundo tiempo, el partido se suspendió durante diez
minutos porque, durante ocho, las piedras hicieron que la parcialidad local
debiera abandonar el sector.
En el meneo se pudo ver a Loquillo ya dentro del
estadio y a otros personajes de la barra (como Yamil) por quienes el club
también pedirá el derecho de admisión la semana próxima, y quienes corren
riesgo de ser expulsados como socios.
Consultado sobre el ingreso del vedado
Loquillo, desde el Coprosede dijeron que “no se dieron cuenta”.
En la semana, Rubén Pérez le exigió a Javier Cantero que
pidiera el derecho de admisión.
“En esto no hay grises: es blanco o negro. Que
Cantero pida que Yo actúo”, declaró.
Cantero pidió, pero el Coprosede, parece,
Noprosede...
Fuente Olé
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