Nota de rrrojo: Elocuente ilustración de Infierno Rojo
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Escrito por Carlos Maidana
Independiente perdió con Olimpo de Bahía Blanca que no
ganaba hace 10 partidos y que pese al triunfo hoy podría descender a la B
Nacional.
Sumó su tercera derrota consecutiva y se complica cada vez más
pensando en la próxima temporada.
Un desastre.
Horrible, de terror. Independiente cayó 2 a 1 con Olimpo en
Bahía Blanca y sumó su tercera derrota consecutiva.
El rendimiento de los
jugadores es alarmante y la respuesta desde el banco no se hizo sentir.
Olimpo,
que no ganaba hace diez partidos y está condenado a la B Nacional, ganó casi
sin despeinarse ante un equipo sin brújula.
El gol que abrió el partido es una clara muestra del momento
que atraviesa Independiente.
Al igual que en el primero de All Boys del sábado
pasado, una sucesión de errores individuales derivaron en la apertura del
marcador para el equipo rival.
La pelota llegó desde la izquierda, ante la
pasividad de los centrales y la nula respuesta de Adrián Gabbarini, Pérez
Guedes la volvió a meter al área chica antes de que se vaya de la cancha y
Bareiro solo debió empujarla para poner el 1 a 0.
Unos minutos después, luego de un centro de la derecha de
Lucas Villafáñez, Facundo Parra no llegó a conectar y Ernesto Farías, en
soledad, le puso el pecho a la pelota para poner el empate. El resultado, un
poco más lógico, obligaba a ir a buscar el triunfo, pero lejos de eso,
Independiente siguió transitando el campo de juego de Bahía Blanca sin rumbo y
el primer tiempo se terminó esfumando.
El complemento se inició sin modificaciones. Si el
rendimiento de la primera etapa había sido flojo, el segundo tiempo rozó lo
impresentable. Cero ideas, nada de juego, poquísima actitud y nula rebeldía
para ir a buscar el triunfo. Apenas tuvo una sola chance en los pies de Farías,
que Ibañez mandó al tiro de esquina con una muy buena reacción.
Y cuando el partido pintaba para una siesta llegó el baldazo
de agua fría. Un remate de media distancia que se iba afuera encontró otra vez
a Bareiro que puso la cabeza y anotó el 2 a 1. El delantero de Olimpo apareció
en soledad, habilitado por una defensa que tardó una eternidad en salir. El
arquero en esta oportunidad no tuvo nada que hacer.
El equipo no encontró la manera de llegar hasta el arco
rival y así transcurrieron los minutos hasta que Pezzotta marcó el final. Se
volvió a perder, pero preocupa mucho más teniendo en cuenta el rival y lo poco
que mostró el equipo. Desde el banco, Cristian Díaz tampoco convenció con los
cambios. Se necesita imperiosamente ganar, cuanto antes, para no seguir
hundiendo a Independiente en el promedio. Para no sufrir de más la próxima temporada.
Fuente Infierno Rojo
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