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sábado, 5 de octubre de 2013

Gustavo Grabia - "Esto es un negocio de Bebote y la Policía".




 
Por Gustavo Grabia

Loquillo, jefe de la facción oficial, dice que su gente es inocente y que la Bonaerense arregló con Bebote. Y desafía: "Yo no me voy a bajar".

Habla, grita, frena para tomar aire y vuelve a gritar. César Rodríguez, Loquillo, jefe de la facción oficial de la barra del Rojo, dice que todo está armado. Los revólveres, las facas, todo. Y lo dice como si él no fuera protagonista en esta guerra de delincuentes que pone al fútbol y a los hinchas de rehenes. Y fuera de sí, grita: “Esto lo armó Bebote con la Policía. Todos los partidos se llevan presos pibes de la Norte mientras a él le abren la puerta para volver”.

-¡Pero si los tuyos tenían un arsenal!

-Mentira: las armas las plantó la Policía.

-Es lo primero que cualquiera diría para zafar.

-Si no lo querés ver no lo veas. A mí los de la Comisaría Primera me dijeron que si no me bajaba, iba a terminar preso. Me tiraron un pedido de captura trucho y ahora la Justicia los investiga a ellos. Todo esto es una mierda.

-Bueno, vos contribuís bastante para eso.

-¿En qué? Yo al club no le pido nada. Preguntale a Cantero.

-¿De dónde salen las entradas de tu grupo?

-Las compramos.

-¡Sí tenés una foto mostrando 200 tickets!

-Eran las de los pibes y me la saqué para joder. ¿Qué, no puedo?

-¿Por qué la Policía jugaría para Bebote?

-Porque hay un interés político y económico detrás. Esto no es para mí, es para Cantero. Se armó un equipo para derrotarlo de gente muy pesada y para eso utilizan a Bebote.

-¿Y quiénes son?

-El trabaja para Moyano, Comparada, Nakis, el papá del Kun, los dueños de la pizzería Pertutti. ¿Sabés por qué muchos se fueron con él? Porque les da plata, camisetas y les garantiza que no van a terminar presos o peor. Porque a mí me balearon en el acceso Sudeste y no me mataron de casualidad.

-Entonces esto termina con muertos.

-No sé cómo va a terminar. Si la solución fuera que yo me baje, lo hago y listo. Pero esto no es así. Somos un grupo de 180 y porque el otro tiene más, ¿me tengo que bajar? No, acá tienen que venir y hablar con nosotros.

-Ah, pueden arreglarlo hablando...

-Ojalá, pero somos distintos. Yo no les pegué a los socios porque me dijo Comparada ni tengo una quinta de 500 lucas. Ni amenazo por Facebook.

-Estuviste al lado de él mucho tiempo, algún beneficio habrás tenido.

-Mentira. Yo no soy mercenario, somos diferentes.

-Mirá vos, a mí me parecen todos iguales: delincuentes. Y si le preguntás a la gente, lo único que quiere es que vayan todos presos. La Norte, la Sur, todos.

-Mentira. El hincha de Independiente a mí me quiere. Preguntá en la cancha. Nunca le hice mal al club.

-¿Y la bomba de estruendo a Olave? Vos ya eras el jefe y Bebote estaba en Ibiza.

-¿De qué me querés culpar? Estaba tirado en un hospital, en terapia intensiva.

-Por un balazo por la plata de los trapitos, sí.

-Nada que ver, no me peleé con nadie, me comí un tiro de 40 metros, fue una desgracia, nada más.

-A la Sur y a la Norte la lideran ex convictos.

-Me mandé una cagada cuando era pibe, pero el que esté libre de pecado que tire la primera piedra.

-Bueno, la mayoría no va presa por secuestro.

-Yo no secuestré a nadie, estuve preso año y medio por error. Mirá, si hubiese ido a un colegio cinco estrellas o me hubiese criado en un barrio cerrado, hoy quizá sería jugador de polo. Pero a mí a los cinco años me llevaron detrás del arco en un clásico, y me volví loco. Independiente es todo para mí. Por eso no me pienso bajar.

-Entonces esto termina mal, muy mal.

-No sé. Si la Policía y la política quieren a Bebote en la tribuna, veremos. Estamos en 2013, la esclavitud terminó: mi grupo no se va a someter a él.



Fuente Olé

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