A Rolfi le cuesta ser la manija. La intención del técnico es
armar un circuito creativo.
Por Vicente Muglia
Montenegro, silbado por primera vez el domingo, no rinde de
enlace. De Felippe no lo ve como único conductor y por eso busca rodearlo. ¿Se
viene Pisano de socio?
No soy partidario de darle toda la responsabilidad de la
creación a un solo jugador, como Montenegro”. Omar De Felippe, el dueño de esa
frase, quizá nunca lo diga públicamente pero cree que Rolfi no reúne las
características para ser el enganche de Independiente. ¿Esto quiere decir que
el 10 tiene poca vida en el equipo? No. Al menos por ahora. El flamante DT lo
ve más como mediapunta, por lo que una de las tantas cosas en las que empezará
a trabajar a partir de esta semana es cómo rodearlo mejor para que no sea el
único encargado de generar fútbol. Debido al poco tiempo que tuvo desde la
asunción hasta su debut ante Independiente Rivadavia de Mendoza, De Felippe
dispuso que Rolfi siguiera como enganche. Y los hinchas, ya cansados de todo y
de todos, por primera vez lo silbaron en masa ante algunas decisiones erróneas
del capitán, que luce más desenganchado que nunca.
A lo largo de su trayectoria, Montenegro fue un 10
mentiroso. En algunos equipos jugó de enlace entre los volantes y los puntas,
como en el Independiente subcampeón del 2000 con Trossero como DT. En otros
momentos fue más adelantado, como en Huracán con Sixto Peralta o en el Rojo
campeón del 2002, repartiéndose con Insúa la generación de juego. Hoy, con 34
años y ya en la curva descendente de su carrera, perdió explosión y cambio de
ritmo en tres cuartos de cancha. Y también gol. En esta etapa en el club
convirtió cuatro y tres fueron de penal. Así, su contribución resulta escasa,
lejos de las expectativas (¿exageradas?) de los hinchas. Hay dos aspectos en su
juego que denotan esas carencias: 1) retrocede muchas veces hasta el círculo
central, al lado del 5, para tomar la pelota y terminar lateralizando y 2)
desaparece del juego por momentos, lo que lo deja expuesto ante la falta de
variantes creativas en el equipo. Sin nadie que le dé una mano o que agarre la
manija, sus lagunas quedan más en evidencia.
¿Qué hará De Felippe entonces para recuperarlo? La idea es
juntarlo con gente que hable su mismo idioma futbolístico: el del toque por
abajo en busca del espacio para la asistencia al 9 o el remate al arco. Por
eso, si bien no lo puso de titular, el nuevo DT imagina a Pisano como ladero.
La intención es generar una sociedad que también involucre a un tercero: Martín
Zapata. Existen algunas posibilidades desde el esquema para juntar a los tres
(ver aparte). Todo con el objetivo de hacer crecer el hoy bajo volumen de
juego.
Por chapa, antecedentes y capacidad, Rolfi es el apuntado de
la gente para hacerse cargo. De Felippe no lo quiere dejar solo.
Fuente Olé
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