Foto: Olé
Escrito por: Walter Linovich @WalterLinovich
(COLUMNA DE OPINION) – Independiente es fútbol.
Si bien hay muchas más disciplinas en el club y también
eventos y acciones sociales que lo hacen referente en Zona Sur, hasta una
escuela primaria, la gloria del deporte más hermoso del mundo llevó al “Rojo” de
Avellaneda a ser una de las instituciones más importantes de la Argentina, de
América y del mundo entero.
Después de 20 años infames y nefastos de administraciones
desastrosas y fraudulentas, el club quedó en una situación económica y
estructural muy precaria que quizás lleve otros tantos años subsanar.
Y
resultado inequívoco e inevitable de tantos descalabros es la situación
futbolística en la que se encuentra inmerso hoy Independiente.
Si bien la dirigencia tiene abiertos muchísimos focos de
conflicto a los que es difícil atacar sin un peso en el bolsillo (auditoría,
inhibiciones, deudas, barras, estadio a medio hacer, etc.), resulta primordial
y harto necesario dedicar la mayor parte de los esfuerzos de acá hasta el
inicio del próximo torneo en armar un equipo competitivo para afrontar la
temporada más importante de la historia de Independiente.
Quedó claro en este campeonato que hay buenos valores
jóvenes con un futuro enorme pero que necesitan sí o sí tres o cuatro jugadores
de jerarquía que les quiten la presión de jugar por el descenso y que los
potencien.
Julián Velázquez, Fabián Monserrat, Patricio Vidal, Francisco
Pizzini y Martín Benítez necesitan referentes que los apuntalen.
En el semestre en el que justamente Independiente cumplirá
100 años de manera ininterrumpida en Primera División (lo hace desde el 12 de
julio de 1912), es impostergable la incorporación de pocos pero buenos
futbolistas que lleguen y jueguen, que marquen diferencias. Así como lo hizo
esta dirigencia a principios de este año con Ernesto Farías.
En una charla futbolera podemos todos discutir si hacen
falta dos laterales, un volante central y un enganche, o un central, un volante
y un punta, por ejemplo, pero lo coincidente en cada uno de los que amamos a
Independiente será que ellos no pueden bajar de un Ignacio Piatti, un “Mudo”
Vázquez, un Diego Forlán…
¿Cómo se consigue el dinero? No lo sé.
Sí estoy seguro de
que, de alguna manera, hay que hacerlo. Y sí, todo pasa por la plata, porque
Milito hay uno sólo y no creo que ningún otro vuelva por su amor a la camiseta.
Ojalá, pero no lo veo. Así que empresarios hinchas del “Rojo”, gente del poder,
los que realmente pueden mover la aguja, el momento de aportar es AHORA, no
para la vuelta desde el Nacional B.
¿Es conveniente el aporte de un grupo empresario?
Otra vez
desde mi punto de vista, en este momento, es la forma más conveniente y, hasta
diría, la única viable. Hoy no hay plata para traer a nadie y si se tiene que
vender a Julián Velázquez para comprar a otros jugadores estaríamos perdiendo
más de lo que incorporaríamos. Sí, sería ideal que alguien ponga los dólares
que alguna vez ofrecieron por Leonel Galeano o Patricio Rodríguez, pero hoy
esas ofertas no están y no hay tiempo para esperar a que lleguen.
Los dirigentes dieron el primer paso para que la gente
aporte y confíe mostrándose transparentes y serios.
Eso es fundamental. Y el
nombre y prestigio de Independiente, pese a los golpes, sigue intacto en todo
el mundo. Por eso deben moverse desde YA para armar el equipo de Independiente
que deberá pelear los dos campeonatos que vienen para no descender.
La
historia, esa que nos dice quiénes somos y a dónde nunca fuimos, está en juego.
Fuente Muy Diablo
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