Ya van seis años desde que Julio Comparada es presidente de
Independiente, donde pasó de todas. Llegó como el salvador luego de Andrés
Ducatenzeiler, presidente electo en 2003. Había tenido un cargo en la
dirigencia de Duca, pero duró poco tiempo. Aportaba económicamente como un
“empresario amigo”, entre otras cosas, con lujos al Kun Agüero, figura del
momento.
Ducatenzeiler se fue por presión del público, cansado de las
mentiras y robos de un hombre que marcó el principio del calvario. En esos
momentos de bronca, fue cuando -según dicen algunos- esbozó el comentario sobre
el torneo comprado. En fin, nunca se sabrá si fue cierto o no, pero Andrés
asumió a mediados de ese certamen y las imágenes con lágrimas el día de la
vuelta, parecerían contundentes.
Años después, se supo que Comparada era la continuación de
Ducatenzeiler. Su buena relación, los llevó a “firmar” un pacto de mutuo
silencio, sin investigar los robos de uno y otro. Así, Comparada de Nueva
Generación Roja, que era la única oposición (le ganó a Nakis, con quien tiempo
antes estuvo a punto de formar el binomio de Lista Roja), llegó con el camino
despejado.
En materia futbolística, sus primeros años no fueron malos.
Contrató jugadores de nombre y destacados en el fútbol argentino, eligió a los
técnicos de moda y tuvo la suerte de coincidir con la aparición de Ustari y
Agüero, dos joyitas del club que revalorizaron un club destinado al fracaso.
Sus ventas fueron una ilusión que le sirvió únicamente a
Comparada para ganar las elecciones. Prometió un estadio nuevo, lo comenzó dos
años más tardes pero una pre inauguración de dos tribunas previo al sufragio,
fue suficiente. Enfrente, otra vez sólo estuvo Noray Nakis. Finalmente, se
conocieron irregularidades en los pases, sobre todo en el del Kun, que no fue
directamente a las arcas del club.
El Bayern Munich fue uno de los que más insistió por Agüero,
pero su pase no se dio. Rummeniegge, director deportivo del club dijo días
después, que fracasó el pase porque el presidente quería un porcentaje. Meses
más tarde, envió una carta de disculpas. Por otra parte, los 10 millones de
dólares de costo del estadio más moderno de Sudamérica, ascendieron a cifras
que hoy, según dicen -en Independiente nunca hay fuentes de primera mano- llega
a los 45 millones de gasto. Y está sin terminar.
La gestión Comparada, se caracterizó por la poca
transparencia. A las inaccesibles asambleas o auditorías, hay que sumarle una
connivencia de muchos medios partidarios o generales, que por algún sobrecito
generoso callan lo que no deberían. Asimismo, con el correr de los años dejó de
priorizar el equipo y aparecieron ignotos jugadores, con representantes en
común, negociados, etc. El desprestigio era total hasta que en 2009, Américo
Gallego pasó la escoba, exigió jugadores de nivel y realizó una campaña que
permitió aliviar el promedio rojo. Al final de la temporada, el Tolo se tuvo
que ir, para apostar a un “proyecto” que duró diez fechas. Extraoficialmente,
se lo quisieron sacar de encima, el Tolo exigía demasiado. Tiempo después, lo hicieron
con Mareque y Silvera, dos peces gordos del plantel.
La relación con los barras bravas es de larga historia.
Desde que asumió que se hacen favores. Para colmo, se agravó la situación con
la aparición de Camioneros (Moyano a la cabeza) y el poder creciente de Pablo
Bebote Álvarez.
El clan Moyano tiene varias a su favor: arregló el sponsor
por una temporada Forjar Salud e intercedió (vaya uno a saber cómo) para que la
Provincia le entregara unos terrenos gratuitos al Club en Villa Domínico. Fue
siempre ladero de Comparada, aunque quedara lejos de la repartición de la
torta. Sus hombres, encabezados por el Polaco se acoplaron a la banda de
Bebote. Luego del escándalo con Boca, Pablo -hijo- se despegó de lo acontecido
y mandó un mensaje en vistas a Diciembre.
Bebote Álvarez, es el más controvertido de todos. Antes de
ingresar al mundo barra brava estuvo preso en Sierra Chica (ahí conoció a la
banda de Palermo de River), el penal donde están los delincuentes más
peligrosos y donde trascendió el motín más importante de la historia argentina
en 1996. En 2003, cuando murió Raúl Pérez de un disparo apareció como nuevo
jefe de la barrabrava de Independiente. ¿Casualidad su muerte? Parece raro para
un caso archivado.
Desde ese momento maneja reventa, puestos de choripanes,
estacionamiento y organización (sic) cuando el Rojo es local, y se da lujos
como viajar, portar armas sin problemas y cobrar un sueldo. Maneja a la
muchedumbre de la popular Norte, tiene relación directa con Comparada y hasta
llegó a la política. Viajó a Mundiales, Copas Américas, lidera la “barra brava
oficial de la selección” y es junto a Marcelo Mallo, el cabecilla de Hinchadas
Unidas Argentinas. Es tal su poder y la impunidad en este país, que por orden
de un juez, su nombre y apodo no pueden aparecer en las ediciones de Clarín y
Olé, como contó Farinella ayer en el mediodía.
El domingo pasado, Independiente perdió con Boca por la
quinta fecha. No debería ser grave, pero los refuerzos y las dos copas perdidas
agotaron la paciencia. Comparada ingresó al vestuario a exigir explicaciones.
Allí dialogó con los jugadores a quienes les debe tres meses de sueldo y habría
tenido una discusión con Milito. También dialogó con el director técnico,
Antonio Mohamed, a quien le debe cuatro meses.
Lo que ocurrió no se sabe, pero a los cinco minutos los
barrasbravas coparon el hall principal al que sólo tienen acceso los que van a
la platea Erico Baja (en frente a las cámaras). El costo político era muy alto
para echar a Mohamed, pero la relación DT-presidente, insostenible. La idea era
despegar la salida del Turco con algo político. Error grosero de cálculo. La
marcha fúnebre pareció más para el presidente que para los pobres jugadores de
escasa jerarquía que compró. el presidente.
El lunes Comparada habló en Del Plata en una entrevista
escalofriante. Las barrabasadas que explicó son dignas de un embustero
victimizado que algo esconde. Entre otros, dijo que con estos barras no había
violencia, algo desmentido vs. San Martín de San Juan y tiempo antes con el
piedrazo al arquero de Defensor Sporting.
La convocatoria en la semana fue enfrentar a los
barrasbravas pero sin violencia. Aprovechando las dos cabeceras, los hinchas
genuinos decidieron en su mayoría, acudir a la Sur generalmente menos
concurrida, donde no hay barrasbravas y asoma tímida la Sub Comisión del
Hincha. Así lo hicieron y en ese sector ocurrieron los incidentes, provenientes
de gente de la Norte.
Pablo Álvarez tuvo un cruce con hinchas por Facebook a los
que amenazó con tener fotos
de los que insultaron. Pero la masividad le ganó a
los mercenarios y se escucharon las críticas a los barras, a Comparada y
reivindicando a los socios.
Veinte minutos duró la paciencia de los inadaptados que
mandaron diez hombres armados que ingresaron a la Sur ante la pasiva mirada
policial. Pidieron que canten por Independiente, que dejen de insultar a
Comparada y ocuparon la parte céntrica de la popular. Algunos aseguran que hubo
golpes y hasta se habló de un herido. Minutos después, varios uniformados
ingresaron y se llevaron a cuatro personas. Las cámaras de seguridad habían
sido desconectadas antes de los hechos por un empleado del Coprosede, según
dijo la máxima autoridad del ente y por un operario de ArgenStar según el jefe
de prensa del club. Una contradicción más casi no molesta.
Las noticias cruzaron el Atlántico e Independiente se ve
sacudido por una pésima dirigencia,
un problema que ellos generaron y un grupo
de socios, valientes y comprometidos que enfrentan lo peor de su club de manera
pacífica y legítima. Parece ser un largo camino a la salvación, con las
elecciones de Diciembre como primer escalón. Por ahora, el club está tomado.
Fuente Independiente
Crece
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