El semestre del papelón

Escrito por Walter Linovich el Domingo, 4 septiembre 2011

El pobrísimo equipo que armó la dirigencia, al que Antonio Mohamed no lo puede hacer dar dos pases seguidos, perdió 1-0 con Boca dando una imagen calamitosa y sigue regalando el prestigio del club: dos copas en 20 días, otro clásico entregado, deambular por el fondo de la tabla… el ciclo del DT parece haber llegado a su fin.

Ver a este equipo de Independiente da dolor de ojos y produce una enorme tristeza. No juega a nada, no tiene idea de cómo crear algo de peligro y en apenas algunos jugadores muestra algo de carácter. ¿Resultado? Un esperpento que nada tiene que ver con la historia del club.

Ante un Boca que llegó a Avellaneda con tres puntas pero con la única idea de replegarse en su campo para salir de contra, Independiente llegó sólo dos veces al arco: una por una falla de Agustín Orión y la otra sobre el cierre, con una carambola tras un corner.

Con lo poco que hizo, el equipo de Julio Falcioni ganó bien 1-0 y tranquilamente pudo haberlo hecho por más goles si sus jugadores no hubieran desperdiciado cada chance que tuvieron. Por el lado de Independiente, absolutamente nada positivo (salvo el enorme Julián Velázquez), pero sí muchísimo de lo otro…

El primer tiempo fue muy flojo. Independiente tuvo más el balón que un Boca que apostó sólo al contragolpe, pero las emociones escasearon por Avellaneda y el cero no se movió del marcador, pese al regalo de Agustín Orión que Marco Pérez desperdició.

El Rojo mostró poco en los primeros 45 minutos. Con Iván Pérez bajo y Lucas Villafañez intermitente, el equipo de Antonio Mohamed apenas tuvo una sola chance de gol, cuando el arquero de Boca se la dejó a Pérez en el área chica y el colombiano definió al bulto.

Lo de la visita no fue mucho mejor. Inquietó un par de veces de contragolpe con remates lejanos que Fabián Assmann no tuvo problemas en controlar. En consecuencia, con lo poco hecho por ambos, no hubo goles en la primera etapa.

En el complemento la mano cambió rápido. A los 4, Rolando Schiavi aprovechó un rebote en el área grande luego de un corner y batió a Assmann, poniendo el 1-0 que liquidó a Independiente pese a todo lo que faltaba. Sí, iban 4 del segundo tiempo y el partido ya daba la impresión de estar liquidado.

Pese a todo lo que restaba por jugarse, se veía que Independiente podía jugar hasta Navidad y no iba a hacer ningún gol. Mohamed intentó poniendo delanteros, volantes, pero si a la mediocridad se le agrega aún más mediocridad, el resultado es imposible que se torne positivo.

Así, no sólo que Independiente no tuvo idea de cómo llegar a la igualdad, sino que se salvó una y otra vez del segundo gol por Assmann, Julián Velázquez y la propia impericia de los hombres de Boca. Fue 1-0 y en el marcador pudo haber sido peor, aunque no en el rendimiento rojo: se tocó fondo.

“El semestre de la historia”, lo llamaron dirigentes y cuerpo técnico a estos seis meses en el que Independiente afronta copas y arrancaba bien en el promedio. Perdieron las dos que jugaron en menos de 20 días y el promedio cada día está más chico.

Están haciendo historia, sin dudas…

Fuente Infierno Rojo