Andrés Garavaglia
Otro golpe para Independiente, que tiene al Pelado Díaz en
las gateras: Belgrano le pegó en el final del PT y en el arranque del segundo
con goles de Pereyra. El equipo cordobés hizo descender a River, le ganó a San
Lorenzo y ahora al Rojo.
Otro golpe para Independiente, que tiene al Pelado Díaz en
las gateras: Belgrano le pegó en el final del PT y en el arranque del segundo
con goles de Pereyra. El equipo cordobés hizo descender a River, le ganó a San
Lorenzo y ahora al Rojo.
Lo de Belgrano parece ser ganarle a los grandes. Luego de
haber bajado a San Lorenzo, ahora los Piratas se cargaron a Independiente. Un
verdadero fantasma Celeste. En cuanto a lo que pasó estrictamente en el
partido, el Rojo se paró bastante adelantado en el terreno para jugar lo más
lejos posible de su arquero. Con Milito y Tuzzio parados casi cerca del
mediocampo, Iván Pérez subiendo por la banda derecha, Cabrera ganándole las
espaldas a los volantes rivales, el Rojo insinuaba más que los locales, que
respondían de contragolpe con la movilidad de Mansanelli, el manejo de Franco
Vázquez y la dupla ofensiva Silvera-Pereyra. En este contexto, el Cuqui, a los
ocho minutos, fue el que creó la primera clara con un disparo desde afuera del
área que se fue cerquita del palo izquierdo de Assmann. Los de Avellaneda
respondieron a los 13’ mediante el colombiano Marco Pérez. El partido era de
golpe por golpe con mucho vértigo. Independiente mostró orden y empuje, y
Belgrano más ansias de llegar con profundidad.
Los locales fueron emparejando el partido porque Mansanelli
tomó la lanza para llevar a su equipo a terreno visitante, y se invirtieron los
roles. Pasando los 25 minutos, Belgrano era el que atacaba e Independiente el
que intentaba meter alguna contra. El partido era de ida y vuelta, sólo le
faltaba el gol. Y, el que lo consiguió primero fue el Pirata, a través del
Picante Pereyra que empujó la pelota a la red estando debajo del arco tras un
centro desde la izquierda, rasante, al corazón del área. Mientras todos
miraban, el Picante entró por el segundo palo para definir. A esa altura era
merecido porque los de Zielinski fueron más punzantes. Independiente había
mostrado lo que tenía hasta los 20 minutos, después se fue desdibujando y los
Piratas lo dominaron.
En el primer minuto de la segunda etapa, Belgrano aumentó su
ventaja. Un envío largo desde el fondo, Silvera saltó a peinar con la marca de
Milito, el central del Rojo falló en el cálculo y la pelota le quedó a Pereyra
que con un tiro pifiado marcó el segundo. Con la tranquilidad del resultado a
su favor, los Celestes retrocedieron en el campo, le cedieron la pelota a
Independiente para dejarlo venir y buscar alguna contra que le permitiera
cerrar el partido. Los de Avellaneda tenían la pelota, la hacían circular pero
no sabían qué hacer con ella.
El orden que habían tenido en el primer tiempo, lo perdieron
por completo y todo se basó en intentos personales. Tuzzio salía del fondo con
pelota dominada y avanzaba a ver qué pasaba. Parra se adueñaba del balón y
quería hacer siempre la personal. Así, se le hacía muy difícil, más teniendo en
cuenta que Belgrano le cerraba los laterales y se defendía bien abroquelándose
en el fondo. Lo único que podía salvar a los Diablos Rojos era acertar alguna
jugada de pelota parada, pero ni eso le salió bien a los de Avellaneda, que
esperan por la llegada de Díaz mejores.
Fuente Ole
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