Por Andres Morando
La consigna era clara: no había que aflojar. Tras el pobre
empate ante Olimpo en Avellaneda, que nos había relegado en la disputa por la
clasificación a la Libertadores, no teníamos otra opción que plantarnos cómo lo
hicimos ayer en Santa Fe. Con decisión, prestancia y muchísima garra. Y en un
reducto para nada sencillo, el Rojo gritó presente y remarcó que está vivo. Aún
con remiendos de final de torneo, producto de las lesiones de Gigliotti, los
tocados Benítez yTagliafico y la suspensión de Figal, el CAI va por el máximo
objetivo. Contra Unión, surgió el Correcaminos gigante, Emiliano Rigoni, que
ayer fue el pibe 10 y alcanzó ídem cantidad de goles en el torneo.
Definitivamente, conquistó a la hinchada. Y Lucas marcó, por segunda vez
consecutiva, lo que permite suponer su verdadera resurrección. Ahora, el
próximo martes despediremos la temporada local con una “finalísima”. Será la
primera de 2017 (ojalá vengan más en la Sudamericana y/o Copa Argentina). Y en
casa, ante un rival chivo como Lanús, que todavía pelea por alcanzar la misma
meta. Si los jugadores se fijaron como objetivo principal del semestre la
vuelta a Nuestra Copa, es la hora de cristalizarlo y cerrar felizmente la
primera etapa de este ciclo promisorio que comanda Ariel Holan.
PD: ¿Tras jugar a última hora de ayer pretenden que el CAI
vuelva a hacerlo el domingo? ¿Cuatro partidos en once días? ¿Serán los
envidiosos de siempre? ¿Los que se mueren para que no regresemos a Nuestra
Copa? En cualquier caso, tengo entendido que sólo una vez alzaron la
Libertadores o que, incluso, otros jamás lo hicieron. Para guardar la tabla
integral de títulos y copas publicada en este diario: Independiente suma 43. Los
que están por debajo, muy lejos.
Fuente Olé
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