Por Patricio Caruso
Silvia Gottero, candidata a legisladora K, junto a Panadero
y militantes de la agrupación xeneize de su marido.
Silvia Gottero, candidata a legisladora K, junto a Panadero
y militantes de la agrupación xeneize de su marido.
En la interna del club, nadie se hace cargo del Panadero.
Aparecieron fotos del barra de Boca en distintos viajes, donde se lo observa
junto a la mujer de un opositor y al periodista deportivo. Las imágenes.
Fue la oposición, que especuló con una derrota de Boca para
sacar a Angelici del poder. O no, fue la violencia de algunos hinchas, que se
infiltraron con una lata para tirar gas pimienta y asustar los jugadores de
River. Pero guarda, también pudo haber sido una operación más en la interna de
La 12, esa megaorganización violenta que controla hasta cuantos papelitos se
arrojan en la Bombonera.
A cinco días de la suspensión del Superclásico, lo único que
se sabe con certeza es que el gas pimienta que lastimó a los jugadores de River
y desclasificó a Boca de la Copa Libertadores fue arrojado por Adrián
Napolitano, un violento hincha con una larga militancia xeneize a cuestas.
El “Panadero“, como lo apodan por la cadena de pastelerías
que tiene su familia, cosechó buenas migas de la mano de la agrupación Nuevo
Boca, que conduce el dirigente Roberto Digón, hombre que ya estuvo en club y
quiere volver a postularse para llegar a la presidencia.
Napolitano integraba la secretaría de Socios de Nuevo Boca
cuando el equipo de Carlos Bianchi hacía estragos en competiciones
internacionales y la entidad partidaria articulaba packs de viajes para que los
hinchas recorrieran el mundo detrás de la camiseta azúl y amarilla a menor
costo.
De los aviones a Tokio o los micros a Brasil quedaron
festivas postales de Napolitano junto a la apoderada de Nuevo Boca, la mujer de
Digón, Silvia Gottero. Se trata de la tercera candidata a legisladora por el
Frente Para la Victoria en la Ciudad de Buenos Aires y a quienes muchos apuntan
“con más poder que Digón” por su influencia en el PJ porteño.
Gottero, que viene de afrontar la dura campaña política en
la Ciudad de Buenos Aires junto al ministro Carlos Tomada, “siente que quedó pegada en todo esto y no va
a dar declaraciones, está deprimida“. Así explicó uno de sus allegados por qué
la diputada no quería hablar con 442 sobre las fotos que la vinculan con
Napolitano (vea la galería).
En las mismas giras apareció otra cara conocida. La del
periodista deportivo Diego Brancatelli, que se desempeñaba como secretario de
prensa de la agrupación Nuevo Boca en los mismos años que Napolitano integraba
la comisión de socios.
En diálogo con este portal, el hombre del Fútbol para Todos
y columnista de Intratables explicó que mantuvo un “trato de cancha” con el
Panadero. “Me lo he cruzado en algún viaje, cuando vos viajás con cualquier
club, son muy pocos los que viajan a los partidos de octavos, cuartos y eso.
Terminas estando con todos. Tenía un trato con mucha gente, él era uno”, dijo.
Brancatelli aclaró que “hace siete u ocho años que no me lo
cruzo, no soy amigo, no tengo datos de él ni nada”. A quién sí conoce, en
cambio, es a Gottero. “Silvia no es una
persona de poder dentro de Boca porque siempre fue oposición al macrismo”,
explicó.
Pese a su tradición panadera, Napolitano se convirtió en las
últimas horas en una verdadera papa caliente. Digón salió rápidamente a
desvincularse del culpable. “En 2007 dejó de militar en la agrupación Nuevo
Boca, desde ese año, como es de público conocimiento, participó de otras
agrupaciones”, explicó en un comunicado.
¿A quién apuntó? A su competencia en el seno de la riña
opositora del club. “Ahora no tiene nada que ver con mi agrupación, está con la
de José Beraldi“, lanzó Digón en declaraciones a La Oral Deportiva (Radio
Rivadavia).
Es que el gas pimienta llegó en un momento de plena
ebullición de la campaña xeneize. “Los opositores repetían que si Boca le
ganaba a River, aunque pierda en la siguiente ronda, no valía la pena ni
presentarse a elecciones contra el Tano (Angelici)”, apuntaron a 442 cercanos a
la dirigencia del club.
Desde el sector oficialista están convencidos que se trató
de un ataque claro a la presidencia de Angelici. “11 personas, dos de ellas
fuertemente vinculadas con agrupaciones de la oposición, no llevan un gas
pimienta a la cancha si no tienen planificado algo”, explicaron.
Desde el espacio de Victor Santa María, otro de los opositores
que quiere llegar a la presidencia de Boca, le apuntaron al presidente del club
y a su connivencia con la barra brava.
“Nadie puede entrar a la cancha de Boca y colgar el trapo
que quiera porque La 12 te lo baja, ¿pensás que alguien puede entrar y tirar
gas pimienta en una manga sin que la barra esté al tanto?”, sostuvieron.
En la Justicia se baraja la posibilidad de que Napolitano
represente una facción “disruptiva” con la barra que acudió al estadio para
causar desmanes. “Yo no creo que sea una cuestión de plata, viene de una
familia millonaria, pero evidentemente eso no lo hace feliz”, remató un
dirigente xeneize en diálogo con 442.
Fuente Perfil
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