Guerra de barras y otro partido suspendido: Fútbol para
nadie
Por Fernando Gourovich Adrián Michelena
El grupo que responde a “Loquillo” iba a emboscar a los de
“Bebote” a metros de la entrada a la cancha. La Policía lo evitó y secuestró 4
armas de fuego y 10 facas.
Los descubrieron casi por casualidad. La Policía sospechó de
un “hincha” cerca del estadio y lograron que contara el plan. Luego detuvieron
al resto en un local abandonado./GERMAN GARCIA ADRASTI
El juego de los violentos, de los que miran para otro lado,
de los que tapan (o encubren) puede más, mucho más que el juego de la pelota.
Parece un mal que no tiene cura. Sin una decisión política firme y seria, el
fútbol continuará desangrándose. Así, en poco tiempo, en nada, el fútbol para
todos será un fútbol para nadie...
Ayer debía arrancar la jornada 11 de la B Nacional con el
encuentro entre Independiente y Unión. Sin embargo, a las 17.50, 3 horas y 20
minutos antes del inicio, después de que la Policía bonaerense detuviera a 37
barras que responden a César Rodríguez, más conocido como Loquillo, la APreViDe
y los organismos de seguridad decretaron la suspensión del partido. Cuatro de
los detenidos, anoche, fueron entregados a sus padres, ya que son menores de
edad. El resto, quedó demorado en la 1ª de Avellaneda.
Los barras, armados hasta los dientes (4 armas de fuego -dos
9mm, un calibre 32, un 38-, un par de arpones y 10 facas), estaban dentro y
sobre los techos del segundo piso de un local abandonado en la calle Bochini, a
metros de la Puerta 4, esperando agazapados a la facción de Pablo Bebote
Alvarez, quien en la semana, en su cuenta de Facebook, había anunciado que iba
a copar otra vez la Popular Norte, tribuna que desde hace más de un año es
ocupada por Loquillo.
La guerra estaba planteada. Era previsible. Se palpó en los
últimos partidos en el Libertadores de América. Se sabía que, más temprano que
tarde, las amenazas de tribuna a tribuna iban a terminar manchadas con sangre.
Ayer no hubo una “masacre” (esa fue la palabra que utilizó la APreVide a la
hora de tomar la decisión de suspenderlo), por obra y gracias del azar. Según
pudo averiguar Clarín, la llave para que la Policía descubriera a la barra de
Loquillo fue una “persona” que andaba armada merodeando la zona. Lo agarraron
al voleo, por portación de cara. Después de un breve interrogatorio, el
“hincha” cantó todo . Los uniformados, a las 15.30, fueron rápidamente hasta el
lugar y se produjeron las detenciones. Según contó el Jefe policial de la 1ª de
Avellaneda Carlos Perillo “ninguno de los demorados opuso resistencia”.
Paralelamente, trascendió que en el mismo momento de las detenciones, cerca de
allí, en España y Colón, frente a la Casa del Bicentenario, los de Bebote (unos
700, todos con bonos...) estaban esperando la hora señalada para arrancar en
caravana hacia el estadio. Algo que no ocurrió.
Desde el lunes Bebote venía chicaneando a Loquillo por
Facebook. Desde ahí reclutó a “su” gente, aprovechó para cargarlo (lo llamó
Mikey y Mokillo) y pidió que nadie se olvidara de “los 10 peso de la rifa x la
camiseta, para comprar paraguas nuevos y mas estandartes,llegó el dia que en
Independiente haya una sola barra unida por el bien de Independiente” . También
aprovechó para acusar a su ex amigo de cobrarles a sus laderos: “El que no
tenga trabajo y quiera cobrar, Mokillo está dando 300 pesos por ir al hospital,
jajaja” .
Ambos barras tienen derecho de admisión. Javier Cantero le
contó a Clarín que “hay casi 100 barras que no pueden ingresar al estadio”.Pero
ante Aldosivi e Independiente Rivadavia, Loquillo estuvo escondidito debajo de
una gorrita... En Huracán, de visitante, según el propio presidente, los dos
estuvieron en la platea, muy cerca uno del otro.
Del lado de Loquillo aseguran que “la poli plantó las
armas”. Lo acusan a Bebote, además, de “transar” con la Policía para desbancar
al actual líder de la barra. En los últimos dos partidos, esa acusación tuvo
forma de bandera: “Bebote ortiva” . Y lo acusan de haberle armado una causa por
robo de autos. Los del otro bando quieren recuperar el poder que tuvieron en la
época de Julio Comparada.
¿Desde cuando radica la pelea personal entre Bebote y
Loquillo? Dicen que el quiebre se produjo cuando a mitad del año pasado Bebote
se fue a Ibiza. A su regreso, advirtió que a Loquillo le habían crecido las
alas y que ya no deseaba ser segundón de nadie. En realidad, lo que no quería
era compartir más los privilegios y demás “accesorios” que acumulan los capos .
“No nos van a copar la tribuna. La vamos a defender con la
vida”, dice y repite por lo bajo un debilitado Loquillo.
Bebote, en tanto, gracias a sus vínculos politicos y
sindicales, sigue reclutando adeptos. La pelea por el poder promete tener
varios capítulos más. Todo sea por un fútbol para nadie...
Fuente Clarín
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