El Rolfi se reunió con el Tolo y está todo OK. Ahora
espera la llamada de Cantero.
Debora D’amato ddamato@ole.com.ar
Daniel Montenegro contó que se reunió con el Tolo y que
todo está acordado. Espera el llamado de Cantero.
El sentido de pertenencia es algo que parece escasear
en el fútbol de hoy.
Inclusive, cuando un club está “de malas”, se le exige a los
jugadores compromiso y que resignen, lo que sea, por estar o regresar.
Daniel
Montenegro, quien jugó en tres oportunidades en Independiente, asume que el
Rojo enfrentará los seis meses más complejos de su historia, le pone el pecho a
la situación y asegura sus ansias de pertenecer.
“Me reuní con el Tolo no bien
llegué de México porque quería que nos digamos cara a cara lo que ya veníamos
hablando por teléfono. Estoy entusiasmado, mi prioridad es Independiente, sino
ni me reúno con Gallego”, le aseguró a Olé , el Rolfi.
-¿Y cómo fue el encuentro con el Tolo?
-Nos juntamos a
comer y hablamos bastante. Pasa que yo quería que él me diga todo cara a cara.
No es lo mismo hablar a la distancia que mano a mano. Y así fue. Ese fue un
paso importante que debía dar y lo di. Ahora debo esperar. El Tolo y yo ya
pasamos a un segundo plano.
-¿Esperas que te llame Cantero o ya hablaron?
-No, no
hablamos aun. Yo hice lo que tenía que hacer con el primer paso. Ahora espero
la segunda etapa. Igual soy un agradecido porque evidentemente he dejado una
huella en los clubes para los que jugué porque cada vez que se abre un libro de
pases, siempre preguntaron por mí. Eso es reconfortante.
Montenegro se desvinculó de América de México hace una
semana y tiene el pase en su poder. Mientras espera el llamado del presidente
de Independiente, está de vacaciones en familia y, fiel a su estilo, elige las
mañanas para salir a correr y no perder ritmo: “Es que uno puede descansar pero
si sos profesional sabes que no podes dejar de entrenar. Estás de vacaciones,
no es que te retiraste y no jugás nunca más”, admitió.
-¿Sos consciente del semestre que le espera a
Independiente?
-Claro. Además, que un entrenador como el Tolo, que ganó todo,
piense en mí porque considera que soy el que le puede dar una mano significa
mucho. No me quiero apurar porque ya no depende de nosotros dos pero sí venimos
hablando muchas veces por teléfono y, no bien llego a Buenos Aires, me junto
con él, no sólo estoy al tanto de todo sino que sé qué es lo que quiere. El
pase está en mi poder y yo decido sobre mis pasos.
-Entonces a esperar esta semana el llamado...
-Yo sé qué es lo que quiero y el Tolo también. Ahora la
pelota está en otro lado y depende de lo que quieran otras personas. Ojalá se
dé, quiero volver...
Fuente Olé
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