Por Cristian Fernández
En estos últimos días se habló de unión, de tirar todos
para el mismo lado. Se pidió no insultar, no agredir y sobre todo, apoyar para
sacar adelante este presente nefasto. La realidad es que para que el Rojo salga
de esta situación se necesita que todos los actores visualicen exactamente el
mismo objetivo: salvar la historia y la integridad del más grande.
Para eso es menester de todos aportar su granito de
arena. En cualquier sentido, aunque en estas líneas nos centraremos en la
cuestión humana y social de Independiente, como equipo de fútbol, y no en la
económica de Independiente, como institución modelo del 90 hacia atrás.
Es que en estos días y en la actualidad de derrotas y
resultados magros que acompañan al conjunto que dirige el Tolo Gallego surgen
los dimes y diretes que nacen en los pasos negativos del plantel. De ahí que se
escuchan supuestas diferencias entre jugadores, o con el entrenador o con los
dirigentes, etcétera.
Claro está que todo esto no suma y la idea es que todos
nos demos cuenta que lo Primero hoy es Independiente, por la urgencia del
promedio que hace teclear una historia rica e inolvidable, y como tal hay que
dejar los prejuicios y los rencores a un costado para unificar fuerzas.
Sería ideal de parte de los dirigentes que se cierren
esta semana los dos refuerzos y casi obligatorio que se ponga un punto a las
negociaciones con Daniel Montenegro, alguien por el que Gallego y los hinchas
ya dieron el Ok en forma más que contundente. En definitiva, que el Rolfi se
sume a este plantel se podría convertir en una de las mejores noticias de los
últimos meses en Independiente. Sobre todo por lo que se movió el Tolo para
seducirlo.
En resumen. Esta columna está dirigida a todos y con
una única finalidad: entender que el Rojo está por encima de cualquiera y que
es lo que debe primar en los primeros meses del 2013. Unidad sin rencores y la
búsqueda de un mismo objetivo deben convertirse en la premisa fundamental de
este pedazo de vida de todos los que amamos a Independiente. Sí, ese
sentimiento
Fuente Infierno Rojo
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