¿Con qué vara se mide el trabajo de un entrenador en la Selección?
Alejandro Sabella recién está comenzando su ciclo al frente
del equipo argentino. Lleva únicamente siete partidos dirigidos. Debutó en
Calcuta en el triunfo por 1-0 sobre Venezuela y después superó a Nigeria en
Dacca por 3-1. Luego los amistosos con Brasil y las primeras fechas de
Eliminatorias. Hasta aquí tres triunfos, dos empates y dos derrotas.
Resultados, apenas.
Ya en los amistosos con la selección local ante Brasil (0-0
en Córdoba y 0-2 en Belém) aparecieron los primeros estigmas de Sabella. Las
heridas en las palmas de las manos.
¿Qué es lo que importa en el trabajo de un entrenador de
Selección?
Formar un equipo, consolidar jugadores jóvenes en el equipo,
darle una identidad, defender una idea.
Encontrar una forma de jugar que identifique a los
argentinos.
La falta de tiempo, las condiciones que imponen los dueños
poderosos de los jugadores parecen a priori las peores dificultades para los
seleccionadores que deben avalar con triunfos el poco trabajo que pueden
realizar.
¿Cuánto crédito le queda a Sabella?
La derrota histórica ante Venezuela y el empate frente a
Bolivia en el Monumental sin dudas debilitaron la figura del técnico campeón
con Estudiantes y ex ayudante de campo de Daniel Passarella.
Y opacaron lo bueno y poco que pudo hacer en el escaso
tiempo que lleva al frente del equipo (debutó el 2 de septiembre de 2011).
Un técnico que llega a Barranquilla para enfrentar a
Colombia urgido por una victoria, porque si no seguirán apareciendo heridas. La
corona de espinas, la punta de la lanza.
En la cruz, un hombre flaco y desgarbado. Con el pelo largo
y la barba crecida. Sergio Batista fue crucificado tras apenas 17 partidos como
entrenador de la Selección Argentina.
Serán sólo 9 encuentros más que Sabella una vez que el juego
concluya el martes en el Metropolitano de Barranquilla.
Batista se fue tras el empate con Uruguay y la posterior
eliminación por penales en la Copa América.
Pero su registro indica 8 triunfos, 6 empates y 3 derrotas.
Al Checho le acertaron al corazón.
Se le acabó rápido el crédito en la Selección.
Con más o menos los mismos jugadores.
Con más o menos los mismos proyectos.
Con más o menos las mismas ideas, Alejandro Sabella debe
revalidar su condición de técnico de la Selección en cada partido y el de
Colombia será una prueba de fuego.
Con el desembarco de Juan Sebastián Verón -no como manager
sino como otra cosa-, el trabajo de Pachorra parece asegurado.
A menos que Colombia le dé otro golpe y los estigmas se
profundicen.
En todo caso, ¿por qué Batista aguantó sólo 17 partidos tras
suceder a un Maradona que duró un Mundial, que sucedió a un Basile que renunció
en Eliminatorias?
Si los resultados no llegan, Sabella también podría cargar
con su cruz.
Fuente Independiente
Crece
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