Ariel Penel intentó defender su postura luego de haber
cobrado un penal que no fue a favor del Rojo ante Vélez. "La mano no fue
intuitiva", creyó el juez ante la acción de Desábato.
Todo Vélez le reclama al árbitro Penel.
Ni la sangre en el rostro de Leandro Desábato ni ver luego
del partido la repetición de la jugada convencieron a Ariel Penel de su grave
error. El árbitro de Independiente-Vélez le dio un penal al local por una mano
casual del defensor del equipo de Liniers. Benítez remató al arco y Desábato
intentó cubrirse la cara. La pelota le dio en la mano y también en el rostro,
lo que le provocó que le sangrara la nariz.
Y el reglamento es claro en ese
sentido.
Sin embargo, Penel cobró penal, el Ruso Rodríguez (silbado por su
público) lo tradujo en gol y el Rojo se quedó finalmente con el triunfo.
El día después, en Sportia, el juez dio su -polémico- punto
de vista. "Estoy convencido de que fue penal. La mano no fue intuitiva. El
jugador toma un riesgo y utiliza los brazos para tapar el remate. La vi muchas
veces por TV", se excusó el árbitro.
En la acción se observa que no hubo
intención y la regla 12 del reglamento establece que se pena "tocar el
balón deliberadamente con las manos". Y está claro que lo de Desábato no
fue algo deliberado. Sin embargo, Penel continuó firme: "Jamás dudé. La
pelota pega en la mano y la fuerza hace que el brazo golpee la cara. Es una
reacción sabiendo lo que podía pasar. Yo interpreto que está intentando cortar
la trayectoria de la pelota".
Fuente Olé
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