Por Pablo Vignola.
El Rojo no afloja su marcha. Quedó séptimo a dos puntos de
entrar a la Liguilla pre Libertadores y a ocho de los líderes. Con las caídas
de Boca y Gimnasia, ya les descontó unidades a todos los que tenía arriba en la
tabla tras el receso.
No hay un entusiasmo desbordado, ni adentro, ni afuera de la
cancha. Y en eso también se ve la mano de Mauricio Pellegrino que, aún con los
bolsillos llenos de puntos y transformado en el técnico más efectivo de la
historia de Independiente (lugar del que desplazó a Fernando Berón quien en su
interinato tenía uno ganado y uno empatado), mantiene los pies sobre la tierra
transmitiendo un mensaje de equilibrio.
De la mano de Pellegrino, Independiente avanza a pie firme
"Fuimos efectivos -dijo después del 1 a 0 ante Colón- y
eso, en fútbol, es más importante que los merecimientos. Una de nuestras
premisas fue, justamente, ser más efectivos, y lo estamos logrando".
Dentro de ese análisis, el entrenador volvió a dejar en
claro que el equipo debe seguir mejorando. Y explica que, en esta última
presentación "nos faltó algo de paciencia para manejar la pelota; muchas
veces nos apuramos y fuimos muy directos". Y agregó: "después del gol
tuvimos algunas situaciones claras como para aumentar la ventaja; y ellos, con
un par de centros, también nos pudieron haber empatado".
En su análisis del juego señaló: "Con ser sólidos no te
alcanza para ser protagonista, pero para los equipos que están arriba la
solidez es importante", y se mostró confiado en que con el correr de los
partidos "el equipo va a ir ganando en conocimiento entre ellos, en
seguridad y nos va a permitir ir haciendo la lectura correcta del juego".
Pellegrino también reconoció que no quiso arriesgar a
Mancuello, que se había infiltrado y se lamentó porque Claudio Aquino se quedó
afuera de la lista de concentrados.
Fuente Diario Popular
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