Ilustró rrrojo
Por Vicente
Muglia
La decisión
de reducir la cantidad de profesionales suena lógica: así el club se ahorra
dinero. Esta CD ya lo hizo apenas asumió cuando la cifra, heredada de la
gestión anterior, rondaba los 60 jugadores. Pero con la actual iniciativa
surgen dos conclusiones: se quiso enmendar el error cometido en la temporada
pasada (en algunos casos) y se produjo la descapitalización del club (en
otros). Por un lado se le dio salida a futbolistas que no rindieron y que
fueron contratados por la actual dirigencia (Farías, Santana, Zapata,
Leguizamón, Russo). En ese aspecto, irreprochable. Pero por el otro dejó ir a
jugadores que surgieron de la cantera y que quedaron libres sin que al club le
entrara un peso (Gabbarini, Galeano, Godoy, Fredes). Con la política de
refuerzos como uno de los principales déficits de esta conducción, esta medida
no hace más que confirmar la falta de previsión en la materia. Además, el caso
Ferreyra, a quien se le dio el pase a cambio de una deuda y terminó en River,
dispara algunos interrogantes: ¿por qué no hubo un plan para estar al día con
el plantel y así no tener que desligarse de patrimonio del club? ¿Por que se
trajeron jugadores con contratos altos, impagables? Los errores costaron caro.
Fuente Olé
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