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jueves, 22 de noviembre de 2012

Suspendé tranqui



Richard, handy en mano, en la popu contra Belgrano.


Gustavo Grabia / Ggrabia@ole.com.ar


El Gordo Richard, acusado de armar el parate del match con Belgrano, quedó libre.

¿Causas? Mal procedimiento policial y pena excarcelable de su delito.

Fue un escándalo. Un plan macabro armado para perjudicar a Javier Cantero y Florencia Arietto en su lucha contra la barra brava. Pero el costo a pagar por el violento parece mínimo: tras pasar cinco días preso y tal como anticipó Olé , la Justicia lo liberó, aunque los dos procesos abiertos en su contra continuarán. Aunque con resultado incierto: en la causa por portación de arma y drogas la Policía hizo todo el trabajo tan mal, como si fuera a propósito, para terminar beneficiándolo. Y en la que se le sigue por dirigir el festival de bombas de estruendo, aún no declaró. Así las cosas, la pelea sólo cobrará sentido si Ricardo Pavón, tal el nombre de Richard, no entra nunca más a una cancha por el derecho de admisión. El club ya lo pidió pero se necesita la colaboración policial. Si sólo se monta un escenario que al tiempo se desarma, tal como ocurrió con la detención, no hay salida.

Richard, referente de la barra de San Telmo, soldado de quienes dirigen la del Rojo (su letrado es Rodrigo González, abogado de Loquillo), empleado municipal de Avellaneda desde 2002 y con injerencia también en el sindicato local, se benefició porque el acta de su detención no tuvo testigos civiles, no tiene antecedentes y su delito permite una pena excarcelable. Pena, es lo que siente el fútbol.


Fuente Olé

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