Y un día Denis rompió el silencio: dice que en su vuelta no
rindió como esperaba, que su problema es "de la cabeza" y que
entiende la ansiedad del hincha, pero se tiene fe. "Si recupero la
confianza, voy a ser el de antes", asegura.
Denis, un Tanque lleno de goles.
Por Favio Verona y Juan Manuel Castillo
Un proyector, 30 sillas y una pizarra llena de garabatos. La
evidencia delata que hace unos minutos Ariel Holan terminó de darle una charla
técnica al plantel. Germán Denis invita a Olé a pasar a la sala de videos del
bunker del Rojo en Villa Domínico, un sector habitualmente vedado para la
prensa. El atacante acomoda las sillas y se lo nota con ganas de hablar tras
varios días de silencio. “Este semestre va a ser súper importante para mí”,
dice el Tanque, que no tuvo un buen 2016 y anhela volver a ser aquel delantero
que hace un año fue despedido del Atalanta como una celebridad.
-¿Qué autocrítica hacés de tu rendimiento?
-Llegué y no demostré lo que pensaba que podía dar. Estoy
con muchas ganas de cambiar la imagen y espero poder tener más minutos para estar
mejor.
-¿Por qué no fuiste el Denis que la rompía en Italia?
-Hace apenas un año que me fui de Atalanta y no pude haber
cambiado tanto. Allá estaba acostumbrado a jugar todos los partidos y a hacer
goles. El tema pasa por la cabeza.
-¿Y estás trabajando sobre eso?
-Sí, en el cuerpo técnico tenemos un profe que es coaching y
eso ayuda. Lo anímico por momentos influye y trabajamos sobre todos los
aspectos.
-Esta situación ya la viviste: tu primera temporada en
Independiente no había sido muy buena.
-Es cierto. Físicamente estoy intacto, pero los delanteros
vivimos del gol y convertir es lo único que te da confianza.
-¿Es difícil mantener la calma en los momentos de sequía?
-Al tener experiencia lo vivo con tranquilidad, pero a su
vez sé que la responsabilidad es enorme porque la gente del Rojo necesita ver
delanteros que hagan goles. Si el equipo está bien y crea situaciones, van a
llegar solos.
-¿Vas a tener que convertir muy seguido para ganarte a los
hinchas?
-Quiero demostrarle a la gente que estoy vigente. Trabajé
con todo en la pretemporada para ponerme a punto. Sé que si recupero la
confianza voy a volver a ser el de antes.
-¿Cómo tomás el hecho de que el club esté buscando un
delantero?
-Estoy acostumbrado a competir. Toda la vida lo hice con
goleadores de un nivel muy alto, siempre la peleé y va a jugar el que mejor
esté.
-¿Te encontraste con un fútbol más complicado tras ocho años
en Europa?
-Cambió bastante, pero hoy se intenta jugar más. No pongo
excusas, lo mío es un tema de la cabeza.
-¿El fútbol de acá es más difícil que el italiano?
-Allá la marca es dura, pero en Argentina los árbitros dejan
pegar más, hay más roce y menos espacios.
-¿Eso conlleva un mayor grado de complejidad para los
delanteros?
-No, pero tenés que tener mucha movilidad para que tus
compañeros te puedan poner un pase.
-¿Con cuántos goles te conformás en este semestre?
-No me planteé un número. Lo que necesito es jugar porque sé
que con los minutos me voy a sentir cada vez mejor. Mi objetivo es ser titular.
Y el resto llegará por inercia. No me olvidé de hacer goles, eso ya está en
uno.
-¿La llegada de un jugador pensante como Erviti te puede
favorecer?
-Sí, porque no teníamos un futbolista de esas
características. Nos va a aportar pausa y buen juego. Estábamos necesitando a
alguien que asista.
-¿Le puede cambiar la cara a Independiente?
-Seguro. Nos estaba faltando ser más verticales. Y Walter,
además de saber manejar los partidos y comprender los momentos, te puede dejar
de cara al arquero.
-¿A los hinchas hay que pedirles paciencia o eso se consigue
ganando?
-La gente la va a tener según lo que le transmita el equipo.
La impaciencia es entendible en un club con tanta historia. Somos nosotros los
que tenemos que lograr que los hinchas se sientan identificados. No debemos
caer en esa ansiedad porque nos puede jugar en contra.
-¿Les ha costado mantenerse al margen de los murmullos?
-Sí, pero eso pasa en todas las canchas. Si el hincha ve un
equipo agresivo y con ganas de ganar, no va a suceder.
-¿Es muy difícil jugar en esta situación?
-No sé si la palabra es difícil. Todo depende de lo que
contagiemos nosotros.
-¿Pero es comprensible semejante grado de intolerancia?
-Quizás en este período nos van a entender un poco más, pero
comprendo a la gente. Si somos intensos y logramos encadenar un par de
triunfos, todo va a fluir de forma natural.
-¿En ese marco es necesario jugar simple?
-Sí, pero el tema es que cada vez que vienen a nuestra
cancha se nos meten atrás y nos obligan a tener mucha posesión. Estamos
entrenando para ser más verticales.
-¿En eso se diferencia Holan de Milito?
-Claro, la idea es no tener tanto la pelota sino ser más
directos, llegar más rápido al área contraria.
-Cebolla Rodríguez dijo que el problema de Independiente es
la cabeza. ¿Cuánto influyó el factor anímico?
-Eso juega un papel importante. Cuando la cabeza no está
bien, se ve reflejado en el campo.
-¿Perciben que hay un bloqueo?
-Puede ser, estamos apuntando a mejorar eso para revertir la
situación. Estoy convencido de que lo vamos a lograr.
-Hay muchos jóvenes en el plantel. ¿Les estaba haciendo falta
que llegaran jugadores de experiencia?
-Sí, siempre es fundamental tener jugadores de trayectoria
para guiar y contagiar a los más jóvenes. Y Erviti nos va a aportar mucho.
-Cuando surge un jugador tan prometedor como Barco. ¿Cómo se
hace para que no se la crea o para evitar que se caiga ahora que no tuvo un
buen Sudamericano?
-Llevarlo con tranquilidad es una de las responsabilidades
que tenemos que asumir los jugadores grandes. Cuando un compañero está en
dificultades, hay que apoyarlo.
-¿A qué aspiran?
-Estamos a nueve puntos de Boca y aún no lo enfrentamos. Si
metemos una seguidilla de triunfos, todavía tenemos chances de dar pelea.
YO DIGO: FAVIO VERONA
Obsesionado con volver a ser el de antes
No gambetea el tema. Tampoco tira la pelota a la tribuna.
Germán Denis sabe que el año pasado no estuvo a la altura de la ilusión que su
retorno había despertado en el público. Pero no busca excusas y acepta las
responsabilidades que debe cargar sobre sus espaldas, lo que demuestra su
madurez. Reconocer que su rendimiento no fue el mejor el año pasado es apenas
un primer paso en el extenso camino que el punta todavía debe recorrer para
lograr la reivindicación.
Se lo ve decidido a cambiar su imagen. Cuenta que su bajón
no se debe a una cuestión física, sino que pasa por un tema psicológico. Y la
experiencia le da el aplomo para sobrellevar las épocas de sequía. Dice que ya
vivió situaciones similares en el club y trata de respaldarse en esas vivencias
para no caer en el terreno de la desesperación. Admite que vive del gol, pero
cree que la persistencia es el único antídoto para combatir la mala racha.
El Tanque ni siquiera tiene la necesidad de mencionar la
palabra revancha para demostrar que la obsesión por redimirse es lo único que
habita su cabeza. No le molesta que Holan haya decidido ir en busca de otro
delantero para tener variantes arriba, ya que en esa decisión encuentra el
combustible imprescindible para motivarse
Fuente Olé

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