Alexis Zárate besa la pelota tras el 2-2. Debería besarlo a
Mancuello... (Fotoreporter)
Alexis Zárate reapareció, entró por la roja a Breitenbruch y
selló el empate. Una buena para su año de pesadilla...
No fue un año fácil para Alexis Zárate, acaso el más difícil
de su vida. La denuncia por abuso sexual a una joven, hace un mes confirmada por
la perito del caso, María Anibia Suárez Orosco, le marcó la carrera al chico
que estuvo a la sombra durante varias semanas mientras el Rojo intentaba salir
de ese calvario que fue la B Nacional, todavía con De Felippe como entrenador.
Tal vez la de anoche haya sido una especie de desahogo para el chico, que tras
el escándalo que sacudió los medios volvió a la Primera de Independiente recién
hace poco más de dos meses. Zárate había sido titular en los dos primeros
partidos de Almirón en el Rojo y después no volvió a ver actividad, ni un
minuto. Hasta ayer: la expulsión de Néstor Breitenbruch, uno de los que le
había sacado el puesto además de Figal y Vallés, hizo que el DT lo metiera en
la cancha para reemplazar a Pizzini.
Y esas cosas tiene el destino. Y esas
cosas tiene el fútbol. Esas cosas: cuando faltaba poquito y el Rojo la peleaba
con uno menos, Alexis empujó al gol un tiro de esquina de Mancuello que pintaba
para olímpico. El pibe la aseguró y clavó el 2-2 para no perderle pisada a
River y para descargarse al menos dentro de una cancha de todo lo que le ocurre
afuera.
Mendoza (enviado).
Fuente Olé
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.