"Ojalá me pueda retirar ganador"
Mascherano junto al ventanal del hotel, en New Jersey.
(Carlos Bairo)
Pablo Chiappetta pchiappetta@ole.com.ar Nueva Jersey
Javier Mascherano le sale al cruce a su mote de perdedor en
la Selección. “Los que ganan son muy pocos”, dice.
Asume las frustraciones que
le tocó vivir pero no se da por vencido: “Lo voy a seguir intentando”. A los 28
años, todavía sueña.
No está mal soplar 28 velitas a un paso de Nueva York.
Aunque Javier Mascherano, el jugador más cuestionado de la Selección, podría
hacerlo paseando por la Estatua de la Libertad con su familia y no encerrado en
la modestia del Sheraton de Nueva Jersey esperando jugar un amistoso con Brasil
que interrumpe sus vacaciones. “Estoy acá porque quiero seguir intentándolo”,
resalta, por más que sepa que para él estar en Argentina no es precisamente una
fiestita de cumpleaños.
-¿Seguís sin disfrutar de tus logros por los fracasos en la
Selección?
-No. Me pasó el año pasado, cuando ganamos Champions y Liga con el
Barsa y en la Selección nos quedamos sin la Copa América. Pero sé cómo es: los
que ganan son pocos y los que pierden, la mayoría. En la vida normalmente te
toca perder.
-¿Hiciste terapia para superar esto?
-No. Mi única terapia
es tratar de mejorar y estar tranquilo conmigo mismo.
-¿Y cómo canalizás las frustraciones?
-No soy de llorar pero
sí de estar solo, analizando. Porque si te toca perder, es porque no hiciste
muy bien las cosas.
-Debe ser duro que te rotulen como perdedor...
-Pero lo reitero: en la vida muy pocas veces te toca ganar.
Lo normal es que pierdas. Son excepciones los que ganan siempre. Con la Selección
nos agarró una época en la que no ganamos, como les pasó a otras generaciones.
Con esto no quiero excusarme. De momento no nos tocó. Pero seguimos adelante.
-¿Te jode ese mote?
-¿Quién se salva de ese mote? Hoy no se
salva nadie. Por más que me lo digan, no tengo por qué sentirme mal. Y entre
nosotros no se habla tanto de eso. Hoy vivimos en un mundo en el que si no
ganás, no servís, pero yo no veo la vida así.
-¿Tu gran desafío es irte ganador de la Selección?
-Ojalá me
pueda ir ganador. Ojalá. Pero mi desafío es dar lo mejor de mí y tratar de que
el compañero que tengo al lado pueda confiar en mí. Después se verá si ganamos.
Pero si nos apuramos en pensar en el Mundial y no en corregir cosas parar
llegar bien, nos vamos a equivocar de nuevo.
-¿En algún momento pensaste en dejar la Selección?
-No.
-¿Seguro?
-Sí.
-¿Un nuevo golpe podría hacerte tirar la toalla?
-No.
Mientras un entrenador me siga llamando, voy a seguir viniendo.
-¿Y cómo hacés para que venir a la Selección no se
transforme en un peso?
-Si fuera un peso, no vendría. Nadie me obliga. Tampoco
hay un contrato económico que me lo exija. Vengo porque quiero. La Selección no
me va a catapultar a otro club, porque para bien o para mal ya me conocen. Y lo
que me mantiene en Europa es lo que hago en mi club. Venir es un premio, no un
suplicio.
-¿Sentís que los egos ya no están por encima del equipo?
-Sí. De hecho, esta Selección tiene muchos chicos que más allá de tener un gran
nivel saben que acá hay un solo jugador estrella, insustituible, que es Leo.
Los demás estamos para sumar. Ninguno es irreemplazable. Todos tenemos que
hacer méritos para seguir estando.
-¿Tevez y Riquelme también piensan eso?
-Son personas
inteligentes y calculo que piensan lo mismo. Creo que Román y Carlitos saben
que Messi es el mejor. Lo han dicho en entrevistas. Saben que es el jugador más
laureado en la historia de nuestro fútbol, quizás hasta más que Maradona.
-¿Qué te provoca escuchar a Pelé diciendo que técnicamente
Neymar es mejor que Messi?
-Es un comentario ridículo. Neymar es un grandísimo
jugador, pero negar que Messi es el mejor cuando quiebra todos los récords, no
tiene sustento.
-¿Y qué hacés si Neymar hace un pase con la espalda enfrente
tuyo?
-Nada. A mí me gusta lo que hace Leo. Y a Leo jamás le voy a ver hacer
ese tipo de cosas. Hay jugadores que no necesitan hacer chiches para demostrar
lo que son.
-¿Qué le ves a Sabella de Bielsa?
-Desde el punto de vista
táctico, le gusta ser práctico. En ese sentido tiene cosas de Bielsa. También
le gusta ser más directo que tener elaboración en la jugada. Y es estudioso,
honesto, que hoy en día eso significa mucho. Estamos contentos con él, sobre
todo porque cuando un entrenador dice una cosa y después la hace, le genera
confianza al jugador.
-¿De Guardiola, a quien admira, le ves algo?
-Yo admiro a
muchísimos jugadores pero juego de acuerdo con mis posibilidades. No significa
que porque Sabella admire a Guardiola o a Bielsa vaya a jugar igual que el
Barcelona o el Athletic de Bilbao.
-¿Guardiola es único?
-Sí. Mantuvo a un equipo vivo durante
cuatro años. Y mantener el hambre en tus jugadores durante tanto tiempo , más
allá de los títulos, es muy difícil.
-¿Por qué decís que no hay ningún otro entrenador con su
liderazgo?
-Porque es así. Lo que me llevo de Guardiola es el hecho de admirar
y querer a tu profesión. De ir a entrenar todos los días y estar contento con
lo que uno hace. El hizo que en mis primeros seis meses en el Barsa, aunque no
jugara, sintiera que estaba aprendiendo. Me acuerdo de que una vez me mostró un
duelo de básquet para ejemplificar cómo dos rivales pueden llegar a picarse en
un partido y que más allá del duelo colectivo, es especial el duelo individual
que vos podés tener.
-¿Ya cambiaste el chip de marcador central al de volante
central?
-Lo cambié, sí. Tampoco me voy a olvidar de jugar de volante. En mi
club es otro puesto, otro juego y otras circunstancias. Y me siento muy cómodo.
Pero sé dividir: allá soy defensor y en la Selección, volante. No tengo
problemas. Si no estoy en mi nivel, no voy a decir que es porque vengo jugando
en otro puesto. Es pura responsabilidad mía.
-Al menos, hoy podés decir que sos mejor jugador y más
completo.
-He crecido muchísimo. Jamás imaginé que podía jugar de
central. Muchos dirán que es fácil hacerlo en el Barcelona y puede ser. Pero
también siempre tenés 40 ó 50 metros que cubrir a tus espaldas.
-También te podrían decir que es fácil jugar atrás de Messi,
Agüero...
-Sí. Para todo el mundo siempre es fácil hacer las cosas,
pero hay que hacerlas. Era fácil entrar en los Juegos Olímpicos y hoy Argentina
no está. Era fácil ganar mundiales Sub 20 y hoy Argentina no los gana. Nada es
fácil.
-¿Por eso habría que ser más cuidadosos al hablar de
perdedores?
-Los hechos están más que claros. Ganar es una circunstancia, y
ganan muy pocos...
NUEVA JERSEY, ESTADOS UNIDOS (ENVIADO ESPECIAL)
Fuente Olé
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