Cada futbolista del conjunto nacional sigue un régimen
distinto según sus clubes o sus nutricionistas personales
Por Pablo Hacker
Messi haciendo asado.
Aquel flaco desgarbado al que la camiseta de River le
quedaba larga hoy es un potente y robusto delantero. Aquella pulga, quien
conserva el apodo y buena parte de su alimentación era pizza y gaseosa, hoy
tiene el físico marcado y se preocupa mucho por su dieta. Aquel delantero veloz
al que se le veían las costillas y que comía mucha carne cambió los hábitos a
la hora de sentarse a la mesa y pudo terminar una temporada casi libre de
lesiones musculares.
Lo que hace una década parecía un tema menor para los futbolistas
argentinos hoy toma cada vez más notoriedad y por eso estrellas como Gonzalo
Higuaín , Lionel Messi , Sergio Agüero o Paulo Dybala han cambiado sus hábitos
alimenticios para mejorar en la cancha. "Hoy un jugador profesional del
fútbol argentino sabe que si no se alimenta bien y no sigue las pautas de un
nutricionista, da ventajas", dice Laura Perziano, quien fue hasta febrero
y por 13 años la nutricionista de Lanús y también trabajó en las selecciones
juveniles.
Según los especialistas, la figura del nutricionista en el
fútbol argentino creció en los últimos ocho años y por eso aquellos cracks que
brillan en Europa hace más de una década se encontraron con un nuevo mundo en
el Viejo Continente en cuanto a los alimentos que consumían por no tener muchos
conocimientos previos. Messi, Higuaín, Agüero o Dybala siguen estrictas dietas,
pero ¿qué comen y cómo hacen para respetar ese régimen durante una fecha de
eliminatorias como la que disputarán a partir de mañana con el partido ante
Chile?
Mesa de selección
Comida de selección.
Son pocos, pero intensos los días que dura una doble fecha
de clasificación al Mundial y la AFA no deja ningún detalle librado al azar.
Diego Iacovone, el cocinero de la selección, es el encargado de las comidas del
plantel y, si bien se elabora un menú diario, los jugadores tienen siempre a
disposición un buffet en el que están los alimentos de sus dietas habituales
para que ellos los combinen de acuerdo a los lineamientos de sus nutricionistas
personales o de los equipos médicos de los clubes en donde juegan.
En la selección se contemplan los alimentos que cubren las
costumbres y las dietas que los jugadores hacen habitualmente en sus clubes o
con sus nutricionistas. No hay una dieta única por el poco tiempo de
concentración en una fecha de eliminatorias, reconocen allegados al conjunto
nacional.
Esos buffets están abastecidos con alimentos ricos en
proteínas y por lo general libres de gluten. Cada uno de los alimentos están
separados para que los futbolistas los combinen a su gusto. Suele haber choclo,
arroz blanco, palmitos, aceitunas, tomate o pasta libre gluten para que cada
cual siga su libreto.
La selección mayor no tiene un nutricionista. La dieta es
seguida de cerca por el médico Daniel Martínez y por el cocinero Iacovone,
quien acompaña al plantel desde 1999. Su inclusión la decidió Marcelo Bielsa,
por entonces DT del conjunto nacional, luego de que el extraño sabor de unos
canelones de verdura en Holanda durante un amistoso hiciera que desde entonces
un cocinero acompañara a la delegación. En los viajes de eliminatorias, quienes
organizan la logística se aseguran de que los hoteles del exterior tenga a
disposición los alimentos necesarios. Del agua mineral y las bebidas, se
encarga uno de los sponsors.
Dieta de cracks y la lección de cómo comer bien
Messi.
En sus primeros tiempos como profesional en Barcelona, la
comida preferida de Messi era la milanesa napolitana y un vaso de coca cola y
la carne vacuna, la base de su alimentación. Le gustaban la pizza, el helado,
los dulces. Cuando en 2008, Pep Guardiola asumió como DT de Barcelona eso
empezó cambiar: pidió que elaboraran en el club una dieta especial para Leo.
Basta de gaseosas, pochoclos, pizza y conguitos (un dulce clásico en España) y
bienvenido el pescado, alimento prácticamente desconocido para el crack
rosarino.
Ese fue el comienzo de su transformación física. Es que
luego del Mundial 2014, Messi visitó en Italia al doctor Giuliano Poser, quien
modificó sus hábitos y, a base de una nueva dieta, Leo bajó entre tres y cuatro
kilos y decreció la cantidad de lesiones musculares que sufría. El método de
Poser es la kinesiología aplicada y consiste en realizar un estudio de fuerza
muscular para determinar el tratamiento específico para cada persona. Los
pilares de sus dietas son el agua, el aceite de oliva, los cereales integrales,
las frutas y verduras biológicas, los frutos secos y las semillas, y dejar de
lado los alimentos procesados y el azúcar.
Martín Demichelis fue quien le recomendó a Messi ir a ver a
Posser y, luego, también acudieron a él Agüero e Higuaín. "Como muy poca
carne roja, un montón de pescado y marisco, he eliminado el azúcar (lo he
reemplazado por miel) y la fruta", contaba el Pipita a principios de 2016
cuando había cambiado su dieta y no paraba de hacer goles en Napoli. "Fui
a un doctor en italia y cambié algunos hábitos. No más pasta, no más azúcar y
no más carne, que comía bastante. Funcionó y puedo seguir así hasta el final de
mi carrera", comentaba el Kun a fines de 2015 luego de dejar atrás las
lesiones musculares.
Agüero.
El caso de Agüero también es especial desde que se fue al
fútbol europeo en 2006 tras brillar en Independiente. En sus primeros tiempos
en Atlético Madrid, eludía la balanza, tomaba gaseosas y mantenía la costumbre
de comer hamburguesas y asados (cuentan que en su primera temporada llegó a
comer cuatro en una misma semana), según consigna el libro Tres Décadas en
Rojiblanco. Por eso, le dieron un plan intensivo para bajar de peso. "Le
costó adaptarse a los buenos hábitos. Consumía muchos hidratos de carbono,
carne roja y casi no bebía agua porque no le gustaba", decía David
Jiménez, por entonces nutricionista del club colchonero. Para que bajara de
peso al principio, al Kun le sumaron un plan especial de entre 400 y 500
abdominales diarios.
Dybala llegó a Europa con sólo 19 años en 2012 tras jugar
sólo en Instituto en la Argentina en el Nacional B. Pasó por Palermo y ahora
brilla en Juventus. Si bien le encanta el asado, prácticamente no come. Es
cordobés, pero no toma ni una gota de Fernet. "Tengo una dieta muy
estricta Hay muchas cosas que no puedo comer. En los primeros dos años que
llegué a Italia, comía cualquier cosa y eso no me sirvió mucho, así que después
me empecé a cuidar y comer bien. Me sirvió muchísimo en la parte física y para prevenir
lesiones", contó hace poco.
Cambio de hábitos
Dybala.
Así como los cracks de hoy llegaron al fútbol europeo con
cierto desconocimiento de los aspectos nutricionales, la situación será
diferente para las estrellas argentinas del futuro: "Hace 10, 15 años no
había tanta cultura nutricional en el fútbol. Las futuras promesas que se vayan
a jugar a Europa van a recibir indicaciones que no serán nuevas para ellos. Hoy
la mayoría de los jugadores de Primera División tiene información nutricional.
Después, pasa como en cualquier nivel de la vida: algunos se interesan y siguen
los consejos y otros desoyen las indicaciones", le explica a LA NACION la
nutricionista Laura Perziano, quien cuenta que en los últimos años en el fútbol
local se introdujeron los estudios antropométricos para medir masa muscular,
grasas y ver en detalle a cada jugador para saber qué dieta necesita según el
puesto en el que juega.
"Había dietas con exceso de proteína animal sin
hidratos, una cultura carnívora, más el mate y la factura. Una vez que uno
entraba en confianza con los futbolistas te contaban que comían picadas, comida
chatarra, bebían alcohol. En las mediciones, muchos tenían exceso de grasas.
Los números no mienten", detalla Perziano el panorama con que se solía
encontrar y que año tras año cambia con los cracks de la selección como
ejemplos.
Fuente Cancha Llena
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